Un trabajador local señaló que hasta 40 de estos apacibles roedores gigantes se adueñaron de los terrenos del club desde que comenzó la cuarentena.

Decenas de capibaras invadieron el club de golf Urubó en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, nadaron en la laguna del ‘resort’ y pastaron en sus verdes céspedes desiertos de jugadores.

Y es que aprovechando las restricciones por la pandemia del nuevo coronavirus, esto animales pudieron disfrutar de un paseo sin humanos.

Un trabajador local señaló que hasta 40 de estos apacibles roedores gigantes se adueñaron de los terrenos del club desde que comenzó la cuarentena.

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