De acuerdo con los protocolos de la realeza inglesa, el funeral de Isabel II se debe llevar a cabo 10 días después de su muerte.
El ataúd de la reina Isabel II recorría el domingo el campo escocés en un último viaje desde su amada residencia de verano en el Castillo de Balmoral y hacia Londres. Dolientes silenciosos se alinearon al paso del auto fúnebre y algunos arrojaron flores en memoria de la monarca, que murió tras 70 años en el trono.
El auto pasó junto a ramos de flores y otros homenajes en un cortejo fúnebre de siete autos desde Balmoral, donde falleció la reina el jueves, para su viaje de seis horas hasta el palacio de Holyroodhouse en Edimburgo. El ataúd estaba cubierto por el estandarte real de Escocia y encima se colocó una corona de flores de la finca, incluidas las de guisantes dulces, una de las favoritas de la reina.
“Un triste y doloroso momento mientras Su Majestad, la reina, sale de su amado Balmoral por última vez”, tuiteó la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon. “Hoy, mientras emprende su viaje a Edimburgo, Escocia rendirá homenaje a una mujer extraordinaria”.
Había gente esperando en algunos tramos del recorrido previsto mientras el país lloraba a la monarca que ocupó su trono durante más tiempo, la única que han conocido la mayoría de los británicos. En la localidad escocesa de Ballater, donde la gente consideraba a la familia real como vecinos, cientos de personas observaban en silencio y algunos lanzaron flores ante el auto.
En cada localidad y pueblo por la que pasó el cortejo se vieron escenas similares de muestras silenciosas de respeto. La gente se quedaba parada, algunos aplaudían, otros apuntaban las cámaras de sus celulares a la caravana.
El solemne viaje del domingo por Escocia se emprendía al día siguiente de que el hijo mayor de la reina fuera proclamado oficialmente nuevo monarca, el rey Carlos III, en una fastuosa ceremonia impregnada de antiguas tradiciones y simbolismo político.
El funeral de Estado
El funeral de Estado por la difunta reina Isabel II será el próximo 19 de septiembre a las 11.00 horas local, en la abadía de Westminster en Londres, anunció este sábado el Palacio de Buckingham.
Esa fecha, lunes, será jornada festiva en todo el Reino Unido, como autorizó hoy en una de sus primeras órdenes el nuevo monarca, Carlos III.
Se espera la presencia de importantes líderes mundiales, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y de representantes de casas reales en las exequias por Isabel II.
¿A cuáles lugares irá el cuerpo de Isabel II ?
Antes del funeral, habrá una capilla ardiente de cuatro días en Westminster Hall, el edificio más antiguo del complejo del Parlamento, donde los ciudadanos podrán acudir para presentar sus respetos.
Según el comunicado con el programa previsto para los próximos días, el cuerpo de Isabel II reposará en la sala del Trono del palacio de Holyroodhouse, en Edimburgo, hasta la tarde del lunes, cuando se llevará en procesión a la catedral de Saint Giles, en la capital escocesa.
El rey Carlos III y los miembros de la Familia Real participarán en la procesión y en un servicio religioso en la catedral para recibir el féretro, que quedará allí en capilla ardiente para que los escoceses puedan despedirse de la soberana.
Un día después, el martes 13, el féretro viajará desde el aeropuerto de Edimburgo en un avión del Ejército del Aire (RAF) hasta al aeródromo de Northolt, al oeste de Londres, acompañado por la princesa Ana, hija de Isabel II, y de allí al Palacio de Buckingham en coche.
El miércoles por la tarde, los restos mortales se llevarán en procesión en una carroza de la Artillería Real a Westminster, donde comenzará la capilla ardiente hasta el funeral de Estado del día 19.
Una vez en Westminster Hall, el arzobispo de Canterbury, primado de la Iglesia Anglicana, oficiará un servicio religioso en el que estarán presentes el rey y su familia.
En la mañana del 19 de septiembre, el féretro se desplazará en procesión los pocos metros entre Westminster Hall y la abadía para las exequias, al término de lo cual será llevado al Arco de Wellington y de allí a la capilla de Saint George en el castillo de Windsor, en las afueras de Londres, a través del camino conocido como el Long Walk (“Largo Paseo”).
En ese lugar tendrá lugar un último servicio religioso antes de que Isabel II reciba sepultura.