Es inhumana, declaró un ex prisionero que pasó seis años allí, entre 2008 y 2014, por su participación en motines carcelarios. 

Joaquín Guzmán, de 61 años, pasará con toda probabilidad el resto de su vida en la cárcel de máxima seguridad de Colorado, que alberga a los presos más peligrosos del país.

El narcotraficante, apodado El Chapo, ha sido declarado culpable por el jurado este martes en una corte federal de Nueva York tras , y conocerá su sentencia el 25 de junio, aunque se enfrenta a una más que probable pena de cadena perpetua como ex capo del cartel mexicano de Sinaloa.

El penal, ubicado en Florence, a 90 millas de Denver, es conocido como “el Alcatraz de las Rocosas”, según la agencia de noticias Reuters.

Abrió en 1994 y alberga a 400 reos en unidades de control que funcionan como prisiones dentro de la prisión.

Los presos pasan 23 de las 24 horas del día en celdas de confinamiento, solos y aislados por completo de cualquier persona y del mundo exterior.

Así no sólo evita que hasta expertos en fugas como El Chapo puedan escapar, sino que también se previene que puedan amenazar a nadie en el exterior.

El Chapo, el narcotraficante más buscado del mundo, considerado el “enemigo público número uno”, fue arrestado poco antes de las siete de la mañana del 24 de abril de 2014 en un apartamento de Mazatlán (México).

Terminaba así una persecución de 13 años, después de que escapase el 19 de enero de 2001 de la prisión federal de Puente Grande, escondido en un carro de ropa sucia y ayudado por un empleado de mantenimiento.

El 11 de julio de 2015, logró escapar de nuevo con un túnel de casi una milla de longitud que le sacó de la prisión de máxima seguridad de El Altiplano, una fuga efímera pero que asombró al mundo y sonrojó a las autoridades mexicanas, hasta el punto de que, tras ser capturado de nuevo, aceptaron que fuera extraditado a Estados Unidos

Entre los presos confinados en esa prisión de Colorado están Ramzi Yousef, responsable del atentado de 1993 contra el World Trade Center de New York; el terrorista del maratón de Boston, Dzhokhar Tsarnaev; Ted Kaczynski, apodado Unabomber; o el terrorista del zapato, Richard Reid, intentó hacer estallar en un avión una bomba que escondía en su calzado.

“Es inhumana” declaró un ex prisionero que pasó seis años allí, entre 2008 y 2014, por su participación en motines carcelarios.

“En Guantánamo estaban mejor que nosotros”, añadió esta persona desde el anonimato.