El plebiscito se ha celebrado en medio de una crisis social y económica, con continúas manifestaciones y protestas. 

El pueblo chileno ha sido contundente este domingo y ha votado a favor de una nueva Constitución para acabar así con la que seguía vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con un apoyo del 78,27 por ciento de los votos, después del escrutinio de más del 99 por ciento de las mesas electorales.
 
La jornada histórica ha contado con una participación que ha superado los siete millones de personas, los que supone un 50,60 por ciento, según datos preliminares de la comisión electoral, superando así a la que era la más alta desde que se promulgó en 2012 el sufragio voluntario, la segunda vuelta presidencial de 2017 donde el 49,2 por ciento del padrón acudió a las urnas.
 
Los chilenos no solo han elegido una nueva Carta Magna, sino la vía para elaborarla, ganando con más del 79 por ciento, tras el 98 por ciento escrutado y una participación también de la mitad de los electores habilitados, la llamada ‘Convención Constitucional’, conformada exclusivamente por miembros elegidos popularmente; por delante de la ‘Convención Mixta’, apoyada principalmente por los partidos de la derecha.
 
El plebiscito se ha celebrado en medio de una crisis social y económica, con continúas manifestaciones y protestas, que tuvieron su punto álgido entre octubre de 2019 y febrero de 2020, con los violentos disturbios que estallaron en varias ciudades del país y que acabaron con una treintena de fallecidos, más de 34.000 heridos y unas 8.800 personas detenidas, tras una polémica y muy controvertida labor policial.
 
«UN TRIUNFO DE LA CIUDADANÍA»
 
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, se ha dirigido al país desde La Moneda, tras conocer los primeros resultados del plebiscito y ha manifestado que la participación ha significado «un triunfo de la ciudadanía», que ha hecho prevalecer «la paz sobre la violencia».
 
«Hoy los chilenos y chilenas han expresado libremente su voluntad, a través de las urnas eligiendo la opción de una convención constituyente que, por primera vez tendrá plena igualdad entre hombres y mujeres, para poder acordar una nueva Constitución para Chile«, ha señalado Piñera.
 
El presidente chileno, rodeado por su equipo de Gobierno, ha señalado que espera que esta nueva Constitución «sea el gran marco de unidad, de estabilidad y de futuro», después de reconocer que hasta ahora, la Carta Magna, legada por el dictador Pinochet había dividido a la sociedad chilena.
 
«Hasta hora la Constitución nos ha dividido, a partir de hoy todos debemos colaborar para que la nueva Constitución sea el gran marco de unidad, de estabilidad y de futuro y que se constituya en la casa de todos y en la ley fundamental de la república», ha expresado.
 
A su vez, la coalición de partidos de la derecha Vamos Chile, que preside el propio Piñera, y que se opuso a una nueva Constitución, ha reconocido su «contundente» y «dura» derrota, pero matizan que seguirán trabajando para que las ideas que defienden «estén reflejadas en este proceso constituyente».
 
«Hemos escuchado el mensaje del pueblo de Chile y eso implica empezar este proceso constituyente con la fuerza que implica la defensa de nuestras ideas», ha enfatizado el senador de Renovación Nacional (RN), Francisco Chahuán.

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