Un hombre de origen venezolano que vive en Londres se ha convertido en la segunda persona en el mundo en curarse del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), según confirmaron sus médicos.
Hace un año se informó que se había logrado con éxito eliminar el VIH -el virus que causa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida)- en este paciente. Ahora se confirmó que el hombre, Adam Castillejo, todavía está libre del virus más de 30 meses después de suspender la terapia antirretroviral, lo que confirma el éxito del tratamiento. Así, Castillejo -que eligió revelar su identidad para hacer público su caso- se convirtió en la segunda persona en la historia que fue curada del VIH.
En 2011, Timothy Brown, también conocido como «el paciente de Berlín», fue la primera persona reportada como curada del VIH, tres años y medio después de recibir un tratamiento similar al de Castillejo. Tanto Brown como Castillejo recibieron este tratamiento no para combatir el VIH sino para tratar un cáncer, pero luego se vio que les permitió curarse del VIH.
¿Cómo funciona el tratamiento? Según la editora de Salud de la BBC, Michelle Roberts, los trasplantes de células madre parecen evitar que el virus pueda replicarse dentro del cuerpo al reemplazar las propias células del sistema inmune del paciente con células de donantes que resisten la infección por VIH. Castillejo, «el paciente de Londres», no tiene una infección activa de VIH detectable en su sangre, semen o tejidos, dicen sus médicos. Un año después de que anunciaran por primera vez que estaba libre del virus aún permanece sin rastros del VIH.
El investigador principal, el profesor Ravindra Kumar Gupta, de la Universidad de Cambridge, le dijo a la BBC que «esto representa casi con certeza la cura del VIH».
«Llevamos dos años y medio con remisión libre de antirretrovirales», detalló. «Nuestros hallazgos muestran que el éxito del trasplante de células madre como una cura para el VIH, que se informó por primera vez hace nueve años en el paciente de Berlín, puede replicarse». «Terapia agresiva» No obstante, Roberts aclara que no será un tratamiento para los millones de personas en todo el mundo que viven con VIH.
Según la experta, se trata de una «terapia agresiva» que se usa principalmente para tratar el cáncer. «Los medicamentos actuales contra el VIH siguen siendo muy efectivos, lo que significa que las personas con el virus pueden vivir vidas largas y saludables (sin recibir este tratamiento)», apunta. Por su parte, el profesor Gupta señaló:
«Es importante tener en cuenta que este tratamiento curativo es de alto riesgo y solo se utiliza como último recurso para pacientes con VIH que también tienen neoplasias hematológicas potencialmente mortales».
«Por lo tanto, este no es un tratamiento que se ofrecería ampliamente a pacientes con VIH que están recibiendo un tratamiento antirretroviral exitoso». Sin embargo, los médicos creen que el caso de Castillejo, y la confirmación de que esta terapia es efectiva para curar el VIH, abre la esperanza de encontrar una cura, en el futuro, utilizando la terapia génica. «Embajador de la esperanza» En una entrevista con el diario The New York Times, Castillejo, que creció en Caracas, la capital de Venezuela, y se mudó a Londres en 2002, contó que decidió revelar su identidad porque quiere convertirse en un «embajador de la esperanza».
El hombre de 40 años dijo que debió atravesar un duro camino para curarse, que incluyó casi una década de extenuantes tratamientos. Castillejo fue diagnosticado con VIH un año después de llegar a la capital británica, cuando tenía 23 años. Ocho años más tarde, en 2011, recibió un segundo golpe cuando se le diagnosticó un linfoma, un tumor maligno que afecta los ganglios linfáticos o el bazo. Cuando lo descubrieron ya estaba en estadio 4, el más severo.
«Fue otra sentencia de muerte», recordó. Tras años de recibir quimioterapia -lo que obligó a sus médicos a tener que recalibrar sus medicamentos para tratar el VIH- recibió un trasplante de médula ósea, como último recurso para tratar de combatir su cáncer. Para su suerte, uno de los donantes que eran compatibles con su perfil genético portaba una mutación genética que impedía el ingreso del VIH a las células.
Por este motivo, fue elegido para ver si además de curar su cáncer, podía también eliminar el VIH. El trasplante resultó exitoso y esencialmente reemplazó el sistema inmune de Castillejo con uno resistente al virus.
Esto le permitió curarse simultáneamente del cáncer y del VIH. Más allá de su buena fortuna, Castillejo aclara que no quiere que la gente piense que es «un elegido». Ocho años más tarde, en 2011, recibió un segundo golpe cuando se le diagnosticó un linfoma, un tumor maligno que afecta los ganglios linfáticos o el bazo. Cuando lo descubrieron ya estaba en estadio 4, el más severo.
«Fue otra sentencia de muerte», recordó. Tras años de recibir quimioterapia -lo que obligó a sus médicos a tener que recalibrar sus medicamentos para tratar el VIH- recibió un trasplante de médula ósea, como último recurso para tratar de combatir su cáncer. Para su suerte, uno de los donantes que eran compatibles con su perfil genético portaba una mutación genética que impedía el ingreso del VIH a las células.
Por este motivo, fue elegido para ver si además de curar su cáncer, podía también eliminar el VIH. El trasplante resultó exitoso y esencialmente reemplazó el sistema inmune de Castillejo con uno resistente al virus.
Esto le permitió curarse simultáneamente del cáncer y del VIH. Más allá de su buena fortuna, Castillejo aclara que no quiere que la gente piense que es «un elegido».