Fuentes cercanas a Cabrera señalaron que se trata del reconocido científico oaxaqueño, quien destacó por desarrollar una técnica para evitar y tratar infartos.

De ser considerado un aspirante al Nobel de Medicina, el mexicano Héctor Alejandro Cabrera Fuentes pasó a acusado de espiar en Estados Unidos para Rusia.

El Departamento estadounidense de Justicia difundió ayer un comunicado en el que señaló que Cabrera Fuentes, residente en Singapur, fue arrestado bajo la acusación de “actuar en nombre de un gobierno extranjero [Rusia], sin notificar al fiscal general, y de conspiración para hacer lo mismo”.

Fuentes cercanas a Cabrera señalaron que se trata del reconocido científico oaxaqueño, quien destacó por desarrollar una técnica para evitar y tratar infartos. El año pasado recibió un reconocimiento internacional por los estudios que realizó en la Facultad de Medicina de la Universidad Justus-Liebig, de Giessen, en Alemania.

En entrevista telefónica con EL UNIVERSAL, pues residía en Singapur, Cabrera, originario de la comunidad de El Espinal, dijo: “Todo es posible. Yo soñaba con ser científico y lo logré”. Cabrera fue detenido el lunes por agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI), después de que el domingo lo retuvo el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en el Aeropuerto Internacional de Miami. Llegó con una mujer identificada en el comunicado como “legalmente casada con él en México”.

La pareja iba a viajar de regreso a México cuando los agentes inspeccionaron el teléfono de ella y descubrieron, en la carpeta de imágenes borradas recientemente, una foto de la matrícula del vehículo “de una fuente del gobierno de Estados Unidos”. Cuando se le preguntó sobre la imagen, Cabrera admitió que le había encargado a su acompañante tomar la foto y que un funcionario del gobierno ruso le ordenó realizar esta operación.

Los documentos judiciales revelan que el funcionario ruso reclutó al mexicano en 2019 y le ordenó alquilar una propiedad específica en el condado de Miami-Dade, Florida, y no lo hiciera a su nombre ni contara a su familia de sus reuniones.

Cabrera viajó a Rusia a informar a ese funcionario de cómo iban los arreglos. El mexicano realizó varios viajes a Miami. El último, el 13 de febrero, para tomar la foto de las placas ya mencionadas. Llegaron a la residencia del funcionario espiado y el auto en el que iban el mexicano y su esposa, rentado, llamó la atención de un guardia de seguridad porque se pegó demasiado a otro vehículo. Mientras Cabrera hablaba con el guardia, la esposa tomó foto de las placas del vehículo blanco. Finalmente se les pidió retirarse.

Ayer, en una breve audiencia, de la que hizo eco el diario Miami Herald, Cabrera dijo al juez Chris McAliley que ganaba 7 mil 500 dólares mensuales en la Universidad Nacional de Singapur; otros 5 mil dólares mensuales de una compañía israelí en Alemania y señaló tener 100 mil dólares en cuentas bancarias en México, Singapur y EU. “Nadie de mi familia sabe que estoy aquí”, indicó.

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