Las preocupaciones por las consecuencias económicas, alimentarias y sociales han ido en aumento.
Las autoridades en Shanghái reportaron el lunes las primeras muertes por COVID-19 en el brote en la ciudad más poblada y acaudalada de China.
Los tres fallecidos eran ancianos, tenían enfermedades previas como diabetes e hipertensión y no se habían vacunado contra el coronavirus, indicó a la prensa el inspector de la Comisión de Salud local Wu Ganyu.
“Tras entrar en el hospital, sus estados empeoraron y murieron después de que los esfuerzos de salvarlos resultaran infructuosos”, dijo Wu.
Las muertes elevan a 4.641 el número de fallecidos en China desde que se detectó por primera vez la enfermedad en la ciudad central china de Wuhan a finales de 2019.
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La mayoría de los 25 millones de habitantes de Shanghái estaban confinados a sus hogares por tercera semana, dentro de la estrategia de tolerancia cero del gobierno chino para combatir los contagios, que requiere aislar a cualquiera que pueda estar infectado.
China dijo el lunes que 23.362 personas habían dado positivo en el virus en las 24 horas previas, la mayoría sin síntomas y casi todas en Shanghái
La ciudad ha reportado más de 300.000 casos desde finales de marzo. Shanghái comenzó a levantar restricciones la semana pasada, aunque las autoridades han advertido que la ciudad no ha controlado su brote.
Shanghái, donde se encuentran el mayor puerto y la bolsa más importante de China, parecía poco preparada para una tarea de semejante envergadura.
Los vecinos confinados se quedaron sin comida ni productos básicos, y decenas de miles de personas a las que se ordenó permanecer bajo observación médica han quedado recluidas en instalaciones abarrotadas donde las luces siempre están encendidas, las papeleras rebosan, la comida es inadecuada y las duchas de agua caliente brillan por su ausencia.
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Cualquiera que dé positivo pero tenga pocos o ningún síntoma debe pasar una semana en un centro de cuarentena.
Las preocupaciones por los efectos económicos de la estricta política del gobierno han ido en aumento.
El crecimiento económico chino subió en el primer trimestre de 2022 a un 4,8%, una cifra aún débil, en comparación con el año anterior. Datos oficiales mostraban que el crecimiento se había acelerado desde el 4% del trimestre anterior.
Aunque el Partido Comunista, que gobierna el país, ha pedido medidas de prevención menos generalizadas, las autoridades locales han adoptado habitualmente medidas estrictas, posiblemente por temor a ser destituidas o sancionadas por brotes en sus regiones.
En la ciudad de Wenzhou, que ha sufrido apenas un puñado de casos, las autoridades han autorizado recompensas de hasta 50.000 yuanes (7.800 dólares) por información sobre personas que falsifican su certificado de salud, según el diario en internet The Paper.