Tlaxcala es la cuarta entidad del país con el mayor número de plantas de tratamiento de aguas residuales en operación con 138 instaladas a lo largo del territorio.
Aunque Tlaxcala tiene 10 veces menos territorio, casi iguala a estados como Sinaloa con 282, Oaxaca con 186 y Jalisco con 143.
Los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) refieren que en el país se registraron 623 plantas, de las cuales el 82.7 por ciento se encuentran en operación y el 17.3 por ciento no lo estaba.
En contraparte, la entidad se ubica a mitad de la tabla con menos de 700 tomas de agua para abastecimiento público, útil para proporcionar agua a los hogares, mientras que Puebla tiene más de 15 mil tomas.
Tlaxcala no cuenta con más de cinco plantas de potabilización públicas o privadas certificadas para producir agua para uso o consumo humano, mientras que Puebla reporta un promedio de 25; en cambio, Sinaloa (148), Tamaulipas (44) y Tabasco (43) concentran el 37.7 por ciento del total nacional.
Por último, a nivel nacional, los gastos para la gestión de las aguas residuales y para la conservación del recurso fue de 81 mil 539 millones de pesos en 2023, en un contexto donde más de la mitad de las cuencas del país tienen un grado de contaminación, según la Estadística del Agua en México 2023 de la Comisión Nacional del Agua.
Organizaciones de la sociedad civil han señalado que la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales no resuelve el problema de la contaminación, si no se enfocan las políticas públicas a fuentes industriales de contaminación, no solo en las descargas urbanas.
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