La Secretaría de Finanzas en el gobierno de Miguel Barbosa, y no únicamente su titular, decidieron dónde invertir 600 millones de pesos, producto del “barrido” de recursos públicos de la administración estatal.

Así lo señaló la diputada federal de Morena y viuda del finado gobernador, Rosario Orozco quien dejó en claro que la responsabilidad no recae solamente en Teresa Castro sino en todo un equipo del que formaba parte la actual secretaria de Finanzas, Josefina Morales.

“Fue una decisión que se tomó por parte de la Secretaría de Finanzas. La secretaría fue responsable, no la secretaria, sino la secretaría, un cuerpo que platica, que habla y que decide, sino pregúntale a la actual secretaria que pertenecía a a ese equipo”.

La legisladora federal consideró que el caso se debe investigar administrativamente, aunque sentenció que no se trató de un desvío de recursos pues ninguno de los funcionarios se favoreció con esta operación.

“No se desvío recurso sino que fue producto de ‘barridos’ que le llaman, si las secretarías no ejercen en ese momento el recurso se va reubicando”.

Defendió que, en ese momento, Banco Accendo era una institución financiera sólida, por lo que fue elegida para hacer dicha inversión, por lo que calificó como “mala suerte” que fuera declarada en quiebra.

Exculpó al gobierno de Alejandro Armenta de haber iniciado una acción -con tintes políticos- en contra del barbosismo, y que salió a la luz en la gestión de Sergio Céspedes.

De la opinión que el exauditor Francisco Romero Serrano tuvo al respecto, advirtiendo que de regresar al órgano fiscalizador, reabriría las cuentas del ex gobernador Miguel Barbosa, Rosario Orozco observó resentimiento.

“Habla desde el dolor y resentimiento pero que recuerde, mi esposo fue un hombre que siempre, hasta el último día de su vida tomó decisiones”, dijo, al mencionar que el encarcelamiento del auditor fue por problemas familiares.

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