Los fines de semana largos se mantuvieron a pesar de la pandemia para reactivar el sector turístico con medidas de cuidado.
Las Zonas Arqueológicas de Cacaxtla y Xochitécatl, ubicadas en el municipio de Nativitas, registraron afluencia de visitantes durante los días de puente vacacional por 110 Aniversario de la Revolución Mexicana que se celebra el próximo 20 de noviembre.
Con base a información del Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Tlaxcala, el aforo registrado en Cacaxtla fue del 30 por ciento, lo cual es lo permitido por las autoridades sanitarias por la pandemia, con el propósito de garantizar la sana distancia entre los visitantes, mientras que en Xochitécatl fue al 50 por ciento de su capacidad total.
Debido a que el Día de la Revolución Mexicana cayó entre semana, las autoridades determinaron que el día de asueto sería otorgado el lunes 16 de noviembre, al principio de esa semana, por lo que se registró el fin de semana largo o de puente largo, lo que se mantuvo por el Gobierno Federal a pesar de la pandemia por COVID19 para poder reactivar la economía a través del turismo.
En este sentido, el acceso a ambas zonas arqueológicas mantuvieron el costo de ingreso que es de 75 pesos, y se aplican las tarifas y exenciones de pago de manera normal, con entrada libre a personas de la tercera edad, estudiantes y maestros con credencial vigente.
También mantuvieron las medidas de cuidado, higiene y distancia para evitar riesgo de contagios de coronavirus, entre las medias está la toma de temperatura corporal al ingreso, dotación de gel antibacterial y verificar el uso del cubrebocas.
Además el personal verifica que los visitantes eviten tocarse la cara y los objetos que son parte de las exhibiciones (evitando la contaminación y deterioro de las piezas cuya conservación puede verse en riesgo); se tosa o estornude en el ángulo interno del codo; esperar a que las áreas de espera se despejen a fin de mantener la distancia de 1.5 metros entre persona y persona, y respetar la señalética ubicada para salvaguardar a todo visitante, lo mismo que al personal del INAH.