Entre lo aprobado y lo ejercido, el gobierno de Puebla gastó más en dos de los cuatro rubros que comprenden el gasto burocrático.
Durante 2019 el gobierno de Puebla gastó 1.8 por ciento más del monto aprobado para el gasto burocrático, el quinto más costoso con 37 mil 915.1 millones de pesos ejercidos solo después de Ciudad de México, Estado de México, Veracruz y Jalisco, informó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El Informe Estatal sobre el Ejercicio del Gasto (IEEG) 2020 además señala que el Ejecutivo local gastó 49.8 por ciento más del monto aprobado para la compra de materiales de oficina, alimentos y utensilios, uniformes, materiales de construcción, equipo de seguridad y suministros médicos para la burocracia.
De los 667 millones de pesos designados para este rubro, 406 millones se gastaron en materiales de administración y artículos oficiales, 243 millones en materiales y artículos para la construcción y 196 millones de pesos para alimentos y utensilios.
Del mismo modo, se observó un incremento de 22.7 por ciento entre el monto aprobado y el ejercido para servicios generales; de los 6 mil 629 millones de pesos para ente rubro durante 2019, la cantidad de 947 millones de pesos fueron para servicios catalogados como “otros generales”, 801 millones para reparación e instalaciones y 799 millones para otros servicios.
Con esto, la entidad se colocó entre una de las que menos han reducido su gasto burocrático en los últimos cuatro años con solo -1.3 por ciento, aunque entre lo aprobado y lo ejercido durante 2019 el monto fue 1.8 por ciento superior.
Respecto a los otros conceptos que integran el gasto burocrático, el gobierno de Puebla disminuyó en 1.3 por ciento el rubro de servicios personales que comprendió la reducción de sueldos y salarios, honorarios, prestaciones, aportaciones de seguridad social, entre otras, y redujo 32.3 por ciento el pago en comunicación social y publicidad oficial de lo presupuestados para 2019.
A través de los informes de las cuentas públicas estatales, el IMCO evaluó si las administraciones han ajustado a la baja los recursos que anualmente asignan a rubros como sueldos y salarios, prestaciones de funcionarios, servicios básicos, publicidad oficial, viáticos, ceremonias oficiales, entre otras partidas del gasto administrativo.