De esa zona, salió con un severo estado de desnutrición, con úlceras en la piel e infección genita, pues no se le dio la atención que necesitaba.


Rebeca Vargas, de 45 años de edad, lleva 74 días esperando que especialistas del hospital de San José del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla le realicen una neurocirugía pese a que es una paciente de “urgencia”.

Familiares y amigos detallaron que a su ingreso Rebeca fue llevada al área de pacientes con COVID19, donde permaneció cerca de 15 días sin presentar síntomas.

De esa zona, salió con un severo estado de desnutrición, con úlceras en la piel e infección genita, pues no se le dio la atención que necesitaba.

Por ello, los médicos señalaron a familiares que no podían intervenirla hasta que presentara mejoras de salud.

Sin embargo, la doctora que le iba a realizar la neurocirugía se fue de vacaciones hace dos semanas, por lo que en el nosocomio no hay quien la opere.

Acusaron que el doctor que quedó como responsable dio de alta a Rebeca el pasado martes, aunque se encuentra conectada a un tanque de oxígeno, así como con traqueostomía, gastrostomía y ventriculostomía –que es una intervención neuroquirúrgica que consiste en realizar un orificio en un ventrículo cerebral para drenarlo.

Por ello, exigieron la intervención de autoridades federales y estatales para que Rebeca reciba la atención médica que necesita.

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