Barbosa Huerta indicó que se había sostenido diálogo con los inconformes y que parecía había las condiciones para reabrir la presidencia.


El gobernador Miguel Barbosa Huerta aseguró que en el intento de reabrir la presidencia municipal de Juan N. Méndez –en el que participaron elementos de la Policía Estatal-– no hubo lesionados; además deslindó al grupo morenista de haber iniciado un zafarrancho para evitar dicha acción.

La madrugada del miércoles 25 de agosto, la Policía Estatal irrumpió en dicho municipio mixteco con la intención de reabrir la alcaldía que se encuentra cerrada desde hace dos años, a raíz de la derrota electoral morenista en 2018 y la muerte de un joven de nombre Enrique Ginés, hecho tras el cual habitantes quemaron las casas del exalcalde panista, Daniel López Cayetano y del entonces alcalde electo, Alejandro López Velasco, su sobrino.

Sobre el tema, Barbosa Huerta indicó que se había sostenido diálogo con los inconformes y que parecía había las condiciones para reabrir la presidencia, sin embargo los familiares del joven fallecido lo impidieron y causaron un enfrentamiento en el que hubo jaloneos.

“Ayer después de mucho tiempo de diálogo parecía que las cosas ya estaban para abrir (la presidencia) los que impidieron ya no fueron los de la planilla, sino los familiares del fallecido y se desató el problema”, explicó.

Confirmó que pobladores retuvieron a un herrero que fue contratado para quitar la soldadura de la puerta de la presidencia municipal, hombre que fue amarrado a una columna del inmueble, según medios de comunicación locales.

Asimismo, comentó que su administración quiso provocar un acuerdo político en la comunidad, sin embargo, esto no se ha logrado pese a que existe diálogo con los inconformes desde que inició su gestión e incluso desde el gobierno interino.

“Es un conflicto del cual hemos mediado nosotros desde el arranque de nuestro gobierno, y en el gobierno interino también lo estuvieron haciendo infructuosamente”, admitió.

Explicó que el problema radica en que la planilla que perdió las elecciones de 2018, argumenta que fue objeto de fraude electoral, pero el cual no han podido acreditar pese a que ya llevaron a cabo los procedimientos legales de impugnación.

“Después de (las elecciones) no han podido tener un equilibrio político, el presidente municipal despacha desde una junta auxiliar, después quisimos provocar un acuerdo político, no se ha podido”, expresó.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *