Adicionalmente, la inhalación a través de nebulizadores puede generar edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis e incluso producir la muerte si las exposiciones están por encima del valor límite de exposición profesional.
La Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios de los Servicios de Salud del Estado de Puebla (DPRIS), está realizando las acciones en el ámbito de su competencia de investigación, verificación y colaboración con las diferentes autoridades municipales, estatales y federales, derivado de diversas notas periodísticas que señalan que dicha sustancia se comercializa en el Municipio de Rafael Lara Grajales, Puebla.
Ø Es importante señalar que, el dióxido de cloro y el clorito sódico reaccionan rápidamente en los tejidos humanos y, si se ingieren pueden causar irritación de la boca, el esófago y el estómago, con un cuadro digestivo irritativo severo, con la presencia de náuseas, vómitos y diarreas, además de graves trastornos hematológicos (metahemoglobinemias, hemolisis, etc.), cardiovasculares y renales.
Ø Adicionalmente, la inhalación a través de nebulizadores puede generar edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis e incluso producir la muerte si las exposiciones están por encima del valor límite de exposición profesional. Ø La exposición prolongada puede dar lugar a bronquitis crónica y erosiones dentales. Las concentraciones elevadas pueden ocasionar efectos adversos en distintos órganos.
Al respecto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) no recomienda utilizar productos a base de dióxido de cloro o clorito de sodio por vía oral o parenteral en pacientes con sospecha o diagnóstico de COVID-19, ni en ningún otro caso, porque no hay evidencia sobre su eficacia y la ingesta o inhalación de estos productos podría ocasionar graves efectos adversos.
Ø Asimismo, la OPS recomienda fortalecer la notificación a la autoridad regulatoria nacional de medicamentos o a la dependencia de Salud responsable de su regulación de cualquier evento adverso ligado al consumo de dichos productos, así como la denuncia de productos que, contengan dióxido de cloro, derivados de cloro o cualquier otra sustancia, que se presenten con indicación de tratamiento para COVID-19.
Ø Por lo que, esta Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios de los Servicios de Salud del Estado de Puebla (DPRIS), vigilará la comercialización y promoción de productos con supuestas propiedades terapéuticas para la COVID-19 a través de los medios de comunicación, con el fin de implementar las acciones correspondientes.
Ø Esta Autoridad Sanitaria en coordinación con autoridades estatales, realizará visitas de verificación sanitaria en diferentes establecimientos que presuntamente vendieron dióxido de cloro o clorito de sodio por vía oral o parenteral en pacientes con sospecha o diagnóstico de COVID-19. Ø Asimismo, se está coadyuvando con la Secretaría de Gobernación del Estado, la Fiscalía General del Estado, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), en la obtención de hallazgos que sirvan para proteger a la población del Estado de Puebla.
DIRECCIÓN DE PROTECCIÓN CONTRA RIESGOS SANITARIOS COORDINACIÓN DE SERVICIOS DE SALUD SERVICIOS DE SALUD DEL ESTADO DE PUEBLA
y en el proceso de descontaminación de construcciones. Al reaccionar en agua, el dióxido de cloro genera iones clorito. Ambas especies químicas son altamente reactivas, por lo cual cuentan con capacidad de eliminar bacterias y otros microorganismos en medios acuosos.
Este gas se ha utilizado como desinfectante, en bajas concentraciones para la potabilización de agua y en ensayos clínicos de antisepsia bucal.
El hipoclorito de sodio es un producto de desinfección para uso en superficies inanimadas, comercializado como lejía o lavandina con diferentes concentraciones alrededor de 3 a 6%. Desde hace varios años, algunos productos que contienen dióxido de cloro o derivados se han promocionado como “terapéuticos” para la cura de diversas afecciones, sin contar con ninguna evidencia científica sobre su eficacia. Frente al COVID-19, se han promovido en el mercado numerosos productos que contienen dióxido de cloro o derivados, solos o en combinación, que indican falsamente tener propiedades curativas para la COVID-19 e incluso otras dolencias asociadas.
En este sentido, la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios de los Servicios de Salud del Estado de Puebla (DPRIS), emite las siguientes recomendaciones: Ø A la población:
o No consumir dióxido de cloro o clorito de sodio por vía oral, parenteral o por cualquier vía.
o En el caso de haber consumido dióxido de cloro o clorito de sodio por vía oral, parenteral o por cualquier vía o de presentar alguno de los síntomas antes mencionados, deberá acudir de manera urgente a su centro de salud más cercano e informar todos los detalles que permitan tener un diagnóstico y un tratamiento para su atención inmediata.
A las personas físicas o morales que fabriquen, comercialicen o distribuyan dióxido de cloro o clorito de sodio para consumo humano “terapéutico”, por vía oral, parenteral o por cualquier vía: o Deberán abstenerse de dichas actividades, toda vez que, tal y como se expuso en líneas anteriores, el consumo humano de productos que contienen dióxido de cloro o derivados, mismos que se han promocionado como “terapéuticos” para la cura de diversas afecciones, no cuentan con ninguna evidencia científica sobre su eficacia, por lo que su consumo pone en riesgo la salud de las personas.
Por lo anterior, la Secretaría de Salud del Estado de Puebla y esta Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios de los Servicios de Salud del Estado de Puebla (DPRIS), continuarán con las acciones de vigilancia para evitar que las empresas, establecimientos o cualquier persona incumpla con la legislación sanitaria vigente y garantizar que los productos que sean comercializados en el Estado no representen un riesgo a la salud de la población. Para mayor información, se puede comunicar al (222) 2 32 08 47, o consultar la página Web de la COFEPRIS https://www.gob.mx/cofepris.