El informe de México Evalúa revela que el Sistema Estatal Anticorrupción no tiene encuestas periódicas ni representativas, pese a que la ley lo ordena.
El Sistema Estatal Anticorrupción de Tlaxcala no tiene métodos para medir la percepción ciudadana sobre los niveles de corrupción en la administración pública local.
Aunque en las leyes se establece que los sistemas deben hacer periódicamente estudios demoscópicos para medir los niveles de confianza y percepción; el sistema local solo cuenta con encuestas que no son representativas, es decir, no miden la proporción de confianza en proporción a la población ni son periódicas.
Lo anterior se advierte en la «Documentación de buenas prácticas en las secretarias ejecutivas de los sistemas estatales anticorrupción» de México Evalúa.
Con información actualizada a abril de 2022, Tlaxcala además no ha contestado la recomendación pública no vinculante para reformar sus leyes, a fin de que la elección de los encargados en el sistema local anticorrupción no fuera recomendada en terna por el gobierno estatal ni elegidos por el Congreso, ámbitos donde se coloca a funcionarios a modo para tapar u obstaculizar los procedimientos contra servidores públicos corruptos.
Entre las buenas prácticas que destacan en la entidad, se advierte que el sistema cuenta con una política anticorrupción aprobada y con avances en la implementación de nexos transversales anticorrupción, que funcionan para definir y etiquetar el presupuesto que la federación entrega a los estados para combatir este delito.
Aunque el informe se centra en los estados del norte, hay datos de estados como Tlaxcala donde se observa un sistema consolidado pero que en el fondo carece de medidas que garanticen su imparcialidad, sobre todo en la designación de los titulares que, según la demanda del Sistema Nacional Anticorrupción, debe ser un órgano público autónomo conformado por ciudadanos.