¿Y si lo que estabas buscando se encuentra en el rincón más frío y alejado del mundo?
¿Qué ocurre cuando sientes que naciste en el lugar equivocado, cuando estás en un sitio al que no perteneces, con una familia que no encaja en tu vida ni tú en la de ellos? Un día la violencia de tu país se hace presente en tu vida y te orilla a irte. Cambias de espacio y aun así no hay pertenencia, y comienza la búsqueda para encontrar ese lugar que seguramente existe en otro lado, sin importar la distancia y el destierro. Esos caminos nuevos son tan grandes como un mapamundi.
En La puerta del Círculo Polar Ártico, publicado por editorial Planeta, Juvenal Acosta retrata esa búsqueda de pertenencia a través de las historias de Violeta y Anders, de los viajes, las lecturas, los mapas, las ilusiones, la desesperanza y la necesidad intangible de cambiar, de irse y encontrarse a sí mismo sin desear dar marcha atrás y volver a casa.
Violeta, una chica mexicana que nunca se sintió parte de su familia, que por fortuna tuvo una abuela que le enseñó el mundo a través de la literatura y de un globo terráqueo que desde niña le dio una infinidad de posibilidades de escapar a un mundo imaginario. Anders, un joven sueco cuya vida no le ha dado ninguna satisfacción, tiene una lista de sitios en el mundo donde podría encajar, una lista de refugios posibles ante la falta de todo lo que un muchacho debe tener en casa o en su entorno.
La violencia aparece de la nada, sin previo aviso, y empuja y obliga a Violeta a emprender el viaje so pretexto de estudiar, con esperanza o deseo de cambiar, de conocer sin importar el entorno de aquel lugar que puede o debería ser su paraíso, su mundo, su tiempo y espacio.
Anders pasa por penurias y la falta de una familia que lo respalde, porque cuando encontró a la persona que sí mostraba interés y cariño, esta le fue arrebatada por la muerte y el desconsuelo, pero tuvo como herencia una lista de lugares mágicos que prometían ser su espacio. La extranjería comienza, se extiende y los abraza. Aunque vienen de lugares diferentes, Anders y Violeta tienen en común la soledad adolescente y el legado oscuro de sus países violentos. Para sobrevivir ambos tienen que irse y es así como la extranjería comienza, se extiende y los abraza.
Nuestros personajes provienen de un medio ambiente y una generación de padres “que representan un tiempo dominado por los prejuicios, por tradiciones inflexibles, y los hijos tienen que enfrentarse a esto y buscan una manera diferente de entender el mundo. Para los dos la solución es el rechazo a lo convencional, el rechazo a los dictados de la familia, de las instituciones, de la religión”, indica Juvenal Acosta.
La puerta del Círculo Polar Ártico, la quinta novela de Juvenal Acosta, es muy diferente a sus trabajos anteriores, que tienen como tema el erotismo y el crimen (Trilogía negra), o como en el caso de Tenebroso, el último inmortal, el humor negro. Esta novela, pese a tener una voz distintiva, se convierte en una narrativa fresca y relevante sin importar el cambio de escenarios, tiempos y contenido.
Juvenal Acosta es autor de tres novelas publicadas por Tusquets editores que integran la Trilogía negra: El cazador de tatuajes, Terciopelo violento y La hora ciega; Tenebroso, el último inmortal, publicada por Planeta es su cuarta novela. Nació en la Ciudad de México en 1961 y ha vivido en los Estados Unidos desde 1986, con un intervalo de cuatro años en Argentina. Acosta es profesor de literatura en el California College of the Arts en Oakland.