El traje animatrónico será usado para la presentación del equipo, pero no es la mascota. Mide 2.25 metros y pesa 25 kilogramos; esta cubierto de pelo de caballo y la cabeza tiene movimientos autonómos.
Los hermanos Paola, Erik e Iván Olarte López son los creadores del Hombre Lobo que se paseó en los vestidores del equipo de fútbol Lobos Buap y que causó terror entre los aficionados al difundirse que sería la nueva mascota de la onceava universitaria.
La verdad es que no es la mascota del equipo, sino solo será usada para la presentación del mismo en el Torneo de Apertura. Formará parte de un espectáculo. De hecho el traje animatrónico ya desfiló por las calles de Puebla y a participado en eventos de Halloween.
El Hombre Lobos es sumamente real. Tiene facciones móviles, sus dientes y colmillos fueron elaborados uno y la lengua se asemeja a la de un licantropo. El vello que cubre es de caballo, así que la impresión terrorífica es más al estar cerca cuando suelta algún gruñido.
Paola es odontóloga así que fabricó las piezas dentales a exactitud y con materiales que asemejan a los de un lobo; también elaboró las garras. Erik que es diseñador, esculpió primero en plastilina y luego hizo el molde para crear el traje. El cuerpo del Hombre Lobo esta elaborado de Latex y pintado con tinta para zapato. El pelo se aplicó uno por uno.
La cabeza es un robot conformado por motores servos que responden a las indicaciones que se mandan control remoto. Esta montada en una especie de casco para que el portador del traje pueda moverla, y se elaboró de Fomi Latex que le da la textura necesaria para parecer un animal de verdad.
Iván es el hermano que se transforma en Hombre Lobo. Primero se coloca las patas inferiores en una posición de 45 grados, o lo que sería igual caminar en tacones. Luego en su delgado cuerpo se monta el resto del cuerpo. Finalmente se coloca el casco. Este Hombre Lobo cobra vida cuando Erik empieza a operar la cabeza y se generan los ruido.
El traje es único, es decir, solo lo puede usar Iván. Si el arquitecto engorda o enflaca más, no se puede operar adecuadamente. De hecho cuenta su portador que tuvo que hacer ejercicio para poder aguantar los 25 kilógramos.
Paola, Iván y Erik tardaron 4 años en fabricar el traje, e invirtieron 30 mil pesos en materiales. Lo hicieron por mero gusto, dijeron. Ahora su Hombre Lobo estará con el equipo de Lobos Buap pero no será la mascota, solo les abrirá un espectáculo en próximos días.