El diálogo entre Santana y los asistentes al festival fue contundente.
Los espíritus musicales fueron invocados por el chamán de la guitarra. Carlos Santana arribó la vigésima edición del Festival Iberoamericano de Cultural Musical Vive Latino con el poder curativo de sus cuerdas
La guitarra del experimentado tapatío de 71 años de edad, uno de los cien mejores del mundo, derramó pasión y complicidad con su instrumento en Soul Sacrifice, Jin_go_lo_ba, Evil Ways y uno de sus más espectaculares temas: Black Magic Woman.
El diálogo entre Santana y los asistentes al festival fue contundente.
Sobre el escenario Escena Indio un sonido instrumental a ritmo de Oye cómo va y María María tuvieron como respuesta los gestos placenteros de la gente, la cadencia de los cuerpos arropados por la noche y las voces casi para sí mismos, sumidos en una conexión con la música. La comunicación estaba dada. Así sonó Foo Foo
“Nenes, ¿cómo estamos? Mi esposa Cindy me dijo que les dijera: I love you so much, pero en español significa: ‘no mames güey’”, saludó para luego lanzar el llanto de su guitarra en Corazón espinado, mientras Cindy Blackman tocaba la batería.
“¿A poco su esposa puede hacer eso?”, sonrió orgulloso hacia su amada. Con Are You Ready, Smooth y Love, Peace and Happiness el ritual finalizó.
El chamán levantó las manos en símbolo de triunfo y mandó un beso de despedida tras una hora de música.
Santana pisará su tierra natal, Jalisco, el 21 de marzo con su Global Consciousness Tour y después se presenará en el Festival Pa’l Norte, en el Parque Fundidora, en Monterrey.