Ha pasado casi un año desde que Rusia conmocionó al mundo al lanzar una invasión, o una «operación militar especial», según Vladimir Putin, en Ucrania, desencadenando un conflicto sangriento y devastador que aún está en curso, sin un final visible a la vista.

La niebla de la guerra es tan espesa que es difícil para cualquiera de nosotros ver a través de ella, y en ese sentido, el documental Superpower, codirigido por Sean Penn y Aaron Kaufman, sirve como una introducción decente sobre cómo comenzó el conflicto, qué lo que está en juego y quiénes siguen siendo los jugadores clave, con un enfoque especial en el improbable héroe de un presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky.

Pero después de sentarse a través de la exposición de dos horas de duración, uno quizás podría estar equivocado al pensar que otro jugador clave en la guerra es el mismo Penn, tanto que la estrella de Hollywood está presente en casi todas las escenas de la película que no involucran archivos. material de archivo (de los cuales hay bastante).

Vemos a Penn sobre el terreno en Kiev mientras ocurre la invasión, asistiendo a sesiones informativas de seguridad y conferencias de prensa, entrevistando a todos, desde soldados hasta embajadores y periodistas, viajando en trenes y varios vehículos con chofer por toda Ucrania durante tres visitas diferentes, presentando su caso a los políticos de todo del mundo, cruzando a pie la frontera con Polonia y visitando trincheras en el Donbas.

Sería fácil descartar todo como un proyecto de vanidad grande y ligeramente peligroso, pero seamos honestos: esta guerra nos concierne a todos, y el actor está haciendo todo lo posible para ayudar a los buenos.

Poner su nombre y rostro en el conflicto, incluso, en un momento, hablar con Sean Hannity y ganarse los elogios de Newt Gingrich, es probablemente lo mejor que una estrella de su calibre puede hacer para llamar la atención sobre la causa.

Eso no significa que Superpower no sea un poco molesto en algunas partes, y hay ocasiones en las que desearías que al menos uno de sus siete camarógrafos acreditados hubiera apuntado la lente a alguien que no sea Penn, que está constantemente en pantalla.

Esto es especialmente problemático cuando los cineastas intentan generar suspenso a partir de algo tan intrascendente como, por ejemplo, el actor y su equipo viajando en su camioneta de producción desde el Hyatt Regency hasta el InterContinental en el centro de Kiev justo después de que comienza la invasión.

Información completa: The Hollywood Reporter
Foto: The Hollywood Report



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