México atraviesa el que quizá sea uno de los momentos más complejos y contradictorios respecto al estado actual de su industria del entretenimiento en vivo: por un lado, parece que las limitaciones para tener a los artistas más relevantes del mainstream se acabaron y hoy en día ya no se habla de imposibles a la hora de imaginar que las giras con repercusión global van a pisar nuestro país tarde o temprano; sin embargo, en contraste, también es necesario hablar de un mercado sin regulaciones que se ha prestado a prácticas cuestionables de todo tipo: acaparamiento de boletos, reventa, cargos sorpresa, falta de mecanismos anti-clonación de tickets y más.
Y si bien, dentro y fuera de nuestro territorio ya se perciben iniciativas legislativas que pretenden ordenar este negocio, lo cierto es que los múltiples intereses que giran entorno a él impedirán que sea un proceso rápido y del todo favorecedor para los clientes, por lo que podemos esperar varios meses más bajo este presente no tan prometedor.
Hoy la noticia la da el Corona Capital, que apenas hace dos semanas anunció su flamante cartel que incluye actos legendarios como Blur, Pulp y The Cure; así como otros nombres consagrados del Rock contemporáneo y otras expresiones alternativas como The Black Keys, The Chemical Brothers, Arcade Fire, Alanis Morrisette y decenas de actos más, lo que lo convierte en uno de los eventos del año, no solo para México sino para todo el circuito otoñal de festivales a lo largo y ancho del planeta.
Pero la información que nos atañe hoy no está en su oferta sino en sus costos, ya que esta mañana Ticketmaster y los canales oficiales del Corona Capital anunciaron que la venta general de abonos para los tres días ingresó a su fase 5, lo que implica que el precio se eleve a los $10, 980 pesos + cargos por servicios, lo que al final nos da la cifra de $12,600 pesos.
Estas cifras representan números récord para la historia del festival, cuyos costos más altos para abonos generales en años pasados no terminaron de acercarse a las cinco cifras.
$12,600 pesos, que equivalen a casi 61 salarios mínimos (actualmente en $207.44 por día en casi todo el país excepto poblados fronterizos) y que, si bien no nos hace perder de vista que los conciertos NO son una necesidad básica de supervivencia, sí son prueba fehaciente de un mercado que no corresponde a la economía en la que se desarrolla, sobre todo si consideramos el tipo de población a la que van dirigidos y la relación ingresos-calidad de vida bajo la que se rige.
Si la cifra no es alarmante por sí sola, podemos contextualizarla en comparación con otros festivales del mismo o mayor calibre en otras parte del mundo:
Habría que acotar que este gráfico proporcionado por Código Libre está desactualizado, ya que sólo muestra el precio del Corona Capital hasta su fase 3, por lo que, si actualizamos el dato a los $12,600 que arroja la plataforma Ticketmaster con los cargos por servicio incluidos, oficialmente el festival mexicano se convierte en el más caro de su tipo en todo el mundo, por encima de monstruos legendarios como Coachella ($9377.00 para su edición 2023) y Glastonbury ($7344.80 para su edición 2023).
Tanto Ocesa como Ticketmaster y la organización del Corona Capital justifican estos costos en tarifa dinámica bajo el argumento de la demanda y el nivel de experiencia que significa hoy en día un festival con esa infraestructura; lo cual no evita que cuestionemos si el producto que se nos entrega (oferta artística, venue, accesibilidad, amenidades secundarias) realmente vale $12,600 pesos, cifra que -por cierto- aún no ha sido declarada como la final, por lo que aún se pueden esperar fase 6, 7 y hasta 8.
Vía warp.la
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