Paul McCartney sorprendió a los neoyorquinos con un concierto íntimo en el Bowery Ballroom, un local con capacidad para solo 600 personas, en el que ofreció una experiencia única.

El legendario ex Beatle, de 82 años, anunció el show de última hora a través de Instagram, lo que generó largas filas en el Lower East Side para conseguir entradas, que se agotaron en solo 30 minutos.

Durante la actuación, McCartney interpretó clásicos de los Beatles como “Let it Be” y “Hey Jude”, además de éxitos de Wings. También interpretó “Blackbird” en solitario y reflexionó sobre su participación en el Movimiento por los Derechos Civiles.

A pesar de haber concluido su gira mundial en diciembre, McCartney sigue siendo una figura clave en la música, y su próxima aparición será en el SNL50 Anniversary Special este domingo.

Con información de CNN

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