Es importante que las personas estén atentas con respecto a los alimentos que consumen en lugares públicos y de cómo son preparados, que los lugares estén higiénicos y tener en cuenta las condiciones climáticas, especialmente durante las temporadas de calor excesivo. Esto puede contribuir a padecer infecciones gastrointestinales.
El aumento de las temperaturas puede propiciar la rápida descomposición de los alimentos, lo cual puede resultar en su contaminación por bacterias, virus y parásitos, refirió Eduardo López Villalobos, coordinador de la Clínica Médica de Urgencias de la UPAEP.
Dijo que este fenómeno es más común en países en vías de desarrollo, incluyendo a México, debido a diversas causas como la falta de infraestructura adecuada y la mala higiene en la preparación de alimentos.
El consumo de alimentos en la calle también se menciona como un factor de riesgo significativo. El Dr. López Villalobos advierte que muchas veces no se presta atención suficiente a la higiene en la preparación de estos alimentos, lo cual puede contribuir a la propagación de infecciones gastrointestinales.
Además, destaca que ciertos grupos de la población, como los menores de 5 años, los adultos mayores y los escolares, son especialmente susceptibles a padecer enfermedades gastrointestinales. Sin embargo, enfatiza que nadie está exento de contraer estas infecciones.
Eduardo López menciona que, en el caso de los niños, los virus son la causa más común de gastroenteritis, destacando el rotavirus y el norovirus como los principales agentes infecciosos. Estos virus pueden provocar deshidratación severa en los niños, lo que puede requerir hospitalización y tratamiento médico adecuado.
En cuanto a las bacterias, López Villalobos señala que en México las más comunes son la salmonella, la Shigella, la Escherichia coli y el Campylobacter. Estas bacterias pueden contaminar los alimentos y causar diarrea y otros problemas gastrointestinales.
En el caso de las infecciones parasitarias, menciona dos parásitos comunes en México: Entamoeba histolytica y Giardia intestinalis. Estos parásitos pueden causar gastroenteritis y, en casos graves, provocar desnutrición crónica.
López Villalobos explica que se considera diarrea cuando se presentan al menos tres evacuaciones líquidas al día. Si bien algunas diarreas pueden resolverse por sí solas, otras pueden complicarse y provocar deshidratación grave, shock e incluso la muerte. Por lo tanto, es fundamental buscar atención médica si los síntomas persisten o empeoran.
Advierte sobre el uso indiscriminado de antibióticos, ya que las bacterias han desarrollado resistencia debido a su uso inapropiado. En lugar de automedicarse, se recomienda acudir a un médico para recibir un diagnóstico adecuado y el tratamiento correspondiente.
Para prevenir enfermedades gastrointestinales, hizo hincapié en la importancia de seguir medidas generales de higiene al momento de preparar o consumir alimentos.
Con respecto a la presencia de gente enferma por Dengue. Comentó que el Dengue Clásico, es una enfermedad que afecta a muchas zonas rurales. El Dengue Clásico se conoce comúnmente como «fiebre quebrantahuesos» debido a sus dos síntomas principales.
Los pacientes con Dengue Clásico experimentan fiebres altas persistentes y un intenso dolor en las articulaciones y los huesos. Estos síntomas han llevado a que se le llame popularmente «fiebre quebrantahuesos».
López Villalobos enfatiza que el manejo del Dengue Clásico implica el uso de medicamentos antipiréticos, antiinflamatorios y analgésicos. Entre ellos, el ibuprofeno y el paracetamol son eficaces para reducir la fiebre y aliviar el dolor corporal. Sin embargo, advierte que no se debe utilizar aspirina o ácido acetilsalicílico, ya que tienen un efecto antiagregante plaquetario que puede empeorar la situación, especialmente si el paciente tiene Dengue Hemorrágico.
El Dengue Hemorrágico es una forma más grave de la enfermedad que puede poner en peligro la vida. Por lo tanto, es crucial tener precaución durante la temporada de lluvias, ya que los estancamientos de agua propician la reproducción del mosquito Aedes aegypti, portador del virus del Dengue.
López Villalobos recomienda evitar los estancamientos de agua en los hogares, fumigar regularmente y utilizar cortinas y pabellones para evitar las picaduras de mosquitos. También menciona la importancia de la fumigación generalizada como medida ideal para prevenir la entrada de mosquitos y reducir los problemas asociados con esta enfermedad.
El Dengue Clásico y el Dengue Hemorrágico pueden ser molestos e incluso mortales, por lo que es fundamental seguir estas recomendaciones para proteger nuestra salud.
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