En 10 hectáreas del Ecocampus Universitario Valsequillo se sembraron 10 mil árboles de encino, sabino, piñón y guaje.

El suelo de la cuenca de Valsequillo, que corresponde al sur del territorio angelopolitano y de otros municipios circundantes, presenta pérdidas de más de un metro de profundidad, ese nivel es equiparable a la merma superior de 200 toneladas por hectárea al año, las cuales fueron arrastradas por la lluvia hacia la presa Valsequillo.

Para evitar la erosión en esta zona, que es la causa de la pobreza en el campo, una medida importante es la siembra de árboles. Por ello, la BUAP se unió a la jornada nacional de reforestación “Un nuevo bosque metropolitano”, actividad auspiciada por TV Azteca, Conafor, Conagua, Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial, Semarnat, entre otras dependencias.

En un total de 10 hectáreas del Ecocampus Universitario Valsequillo, cercanas al parque de vida silvestre Africam Safari, se sembraron 10 mil árboles de encino, sabino, piñón y guaje. Con ello, se busca frenar la pérdida de este recurso natural en esta región semiárida.

Durante el banderazo de inicio, en representación del Rector Alfonso Esparza Ortiz, el vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado de la BUAP, celebró esta iniciativa, una de las tantas con la que la Universidad asume su compromiso con el medio ambiente. Recordó que la creación del Eco Campus Universitario Valsequillo obedeció a dos objetivos primordiales: generar un espacio para la realización de tareas científicas multidisciplinarias de alto nivel e impulsar un modelo de restauración ambiental que asegure la continuidad de los procesos naturales del territorio.

Martínez Laguna afirmó que dichas instalaciones se ubican en una pequeña parte del Humedal Valsequillo, zona que requiere de acciones inmediatas para su conservación, y sobre todo para la recuperación del suelo. Por tanto, la BUAP se une a tales labores, así como lo propone el Plan de Desarrollo Institucional 2017-2021, encabezado por el Rector Esparza Ortiz, el cual contempla ejes orientados a la sustentabilidad, la investigación científica, la educación ambiental y al involucramiento de la sociedad en estas tareas.

Como parte de las medidas para evitar la pérdida de suelo, investigadores del Instituto de Ciencias (ICUAP) desarrollan medidas de conservación para mejorar las variables físicas, químicas y biológicas de la superficie terrestre en cinco de las 10 hectáreas de esta sede de la Institución. Este proyecto forma parte de la creación de una Estación Experimental de Manejo Sustentable de Tierra.

Para ello, analizan tres tipos de parcelas erosionadas, las cuales fueron reforestadas el año pasado con 500 árboles de encino nativos de la región, de estos sobreviven un 94 por ciento.

La primera es una parcela patrón, sin ninguna medida de conservación; la segunda tiene cobertura vegetal, así como barreras vivas de Vetiveria zizanioides (un zacate utilizado para este fin) y pequeños muros de contención, ambos evitan el arrastre de suelo por la lluvia hacia la presa de Valsequillo. La tercera se caracteriza por la presencia de las estrategias anteriores y la “siembra de tierra”; es decir, en esta área se colocó además suelo sobrante de los jardines y construcciones de Ciudad Universitaria.

La parcela con mejores rendimientos es esta última, seguida de la que dispone de cobertura vegetal, ya que en tan sólo un año los árboles de esta área tienen más de 20 centímetros de altura.

Estas son algunas de las acciones institucionales que contribuyen a la recuperación de este recurso natural, el tercer gran reservorio de dióxido de carbono, después de los océanos y estratos geológicos. Con su conservación, se minimizan los efectos del cambio climático, además de mejorar los cultivos y la calidad de vida de los campesinos.

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