Con el salario mínimo actual se adquiere 1.3 canastas alimentarias, por lo que una persona es capaz sólo de alimentarse a sí misma.
Una mujer poblana de 35 años que gana el salario mínimo (141.7 pesos) invierte cerca de 48 pesos en sus propios alimentos. A ello se suman 27 pesos por costos adicionales de trabajo, lo que da un total de 75.31 pesos invertidos en la canasta básica. El resto debe ser suficiente para cubrir todos los gastos del hogar. Pero no lo es.
El Observatorio de Salarios de la IBERO Puebla, adscrito a diversas redes internacionales de colaboración, presentó su Informe 2021 El Costo de Comer Bien en México: Canasta Integral Normativa Alimentaria (CINA). El objetivo del mismo es contribuir a la elaboración de canastas desde un enfoque normativo y de bienestar, cuyo centro sea el respeto a los derechos humanos.
Lo propio ha de ocurrir con el establecimiento de un salario mínimo constitucional que permita satisfacer las necesidades que tiene una persona, así como su familia. “En México, el salario mínimo está por debajo de la línea de pobreza. Así, quien gana el salario mínimo es, por definición, pobre”, comentó en rueda de prensa la Mtra. Mar Estrada Jiménez, coordinadora de la Licenciatura en Economía y Finanzas de la BERO Puebla.
Una de las innovaciones más relevantes de la nueva propuesta de Canasta Integral consiste en la introducción del costo del trabajo para la preparación y compra de alimentos con base en el tiempo estimado en estas actividades. El cociente pretende abonar a la discusión pública en materia de determinación de salarios mínimos, establecimiento de índices de desigualdad social y al estudio de políticas con perspectiva de género.
Hallazgos y cuentas pendientes
De acuerdo con la información compartida por el coordinador del Observatorio de Salarios, el Dr. Miguel Calderón Chelius, el costo actual de los alimentos para un hogar promedio en Puebla, Guadalajara y Monterrey es de 203 pesos; en la capital del país, desciende a 193.98. Estas diferencias se relacionan con las características demográficas y recuerdan la necesidad de recuperar las zonas salariales en el país.
Con base en un ejercicio aleatorio, un hogar poblano integrado por seis personas invertiría hasta 354.95 pesos por alimentos, a lo cual se sumarían 80.10 pesos por costos de trabajo o estudio, lo que supone una inversión total de 435.05 pesos diarios.
Los hogares poblanos invierten 72 pesos en su canasta de alimentos (es decir, únicamente en consumibles). Cuando se incluye el trabajo para preparar los alimentos, el desembolso se eleva a 115.37 pesos.
Estudio recalca la importancia de contemplar la canasta básica como un proceso integral: “se necesitan casi tres salarios mínimos para cubrir la canasta alimentaria considerada por la CINA frente a las 1.5 canastas de alimentos crudos”.