El investigador, jurista y político señaló que la justicia penal no es «herramienta de gobierno», sino un instrumento complementario en una sociedad democrática
La Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx) otorgó el Doctorado Honoris Causa al investigador, jurista y político Sergio García Ramírez, quien expresó que ante la violencia que enfrenta el país hace necesario revisar el sistema de seguridad y justicia penal y atender los reclamos de justicia de la sociedad, sin que favorezca una dictadura o emplee «el agravio físico, la tortura o la eliminación» que campearon en el orden penal de tiempo atrás.
García Ramírez indicó que el proceso debe estar basado en principios racionales o sustitutos procesales que favorezcan la seguridad y la justicia.
“No ignoro que nuestro día aparece la violencia y se reclama justicia, precisamente en el espacio civil y político que interesa a los penalistas, pero también al mundo entero. No dejaré de apuntar la necesidad imperiosa de revisar nuestro sistema de seguridad y de justicia penal, y reconstruirlo con las respuestas a las preguntas que se hallan en el cimiento de esa vertiente de la justicia”, dijo en sesión pública y solemne del pleno del Consejo Universitario de la UATx
En el evento, la máxima casa de estudios de la entidad destacó la importante aportación del galardonado en materia académica y de investigación en diversas instituciones, como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero también su contribución como funcionario público en diferentes administraciones del gobierno federal.
Ante la audiencia, destacó que la UATx, representa “un baluarte de la libertad, la justicia y el progreso de una nación, de sus hombres. Así se le concibe, así se lucha por establecerla, así se desvelan sucesivas generaciones por preservarlas y elevarla”, en un discurso en el que también dedicó unas líneas a la riqueza cultural, geográfica e histórica de Tlaxcala.
Este reconocimiento se dio en el marco del 46 aniversario de la fundación de la Universidad de Tlaxcala, en un acto presidido por el rector Serafín Ortiz Ortiz, presidente del Consejo Universitario, con un lleno total de estudiantes de las diversas facultades, integrantes de la estructura universitaria y exrectores.
García optó por no dar una conferencia magistral como es habitual ante esta distinción, aunque dejó en claro que recibe el reconocimiento con total humildad.
Externó que debe haber una claridad sobre para qué sirve la justicia penal, que no es una herramienta principal de gobierno, sino un instrumento de control complementario que debe ceder la primacía a otros medios que entrañan libertad y progreso en una sociedad democrática.
“No cualquier ilícito que pueden atenderse con medidas menos severas, porque punibles sólo han de ser las afectaciones más graves de los bienes primordiales, sopena incurrir en una dictadura a lado del sistema penal”, dijo.
Refirió que se debe contemplar la pregunta de cómo se calificará a los delincuentes, “no al disidente, no al diferente, no al discrepante y mucho menos en una sociedad que se pretende humanista y democrática, donde no hay lugar para la intolerancia que divide las sociedades y favorece las dictaduras, negativa total al derecho penal del enemigo”.
Por último, cuestionó sobre las medidas que se deben aplicar a quienes incurren en delitos, pese “al esfuerzo que hagamos para evitarlo y por último dijo de qué procedimientos se valdrá el estado para sanciona al infractor, pero jamás el agravio físico o la tortura».