Exhortan a la comunidad universitaria para que prevalezca la prudencia y evite validar actos irregulares provocados por el grupo espurio que mantiene secuestrada a la UDLAP
El nuevo Patronato de la Fundación Mary Street Jenkins (FMSJ) habría sido desconocido dentro del juicio de amparo que hay en un juzgado de la capital del país, de acuerdo con un comunicado de la Patronato original, el cual se reproduce a continuación:
Un nuevo revés judicial recibió el supuesto “nuevo patronato” encabezado por Horacio Magaña Martínez y su apoderada Claudia Cecilia Lira Maldonado, esta vez en el juicio de amparo número 612/2021 del Juzgado 8° de Distrito en Materia de Amparo Civil en la CDMX.
En dicha resolución, con fecha 8 de febrero, se decretó que el patronato liderado por Magaña Martínez carecía de las facultades indispensables para celebrar la sesión de patronato de fecha 27 de octubre de 2021.
Según el juzgador, en ese entonces ya existía una suspensión decretada en el amparo indirecto 1011/2021 del Juzgado 9° de Distrito en Materia Administrativa, Civil y de Trabajo, que tuvo por objeto la no ejecución de las medidas decretadas por la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada del Estado de Puebla.
Los efectos de esta nueva resolución son que el patronato espurio carece de facultad alguna para celebrar asambleas y que todos sus acuerdos son nulos, por ejemplo: otorgar poderes a Cecilia Lara Maldonado.
En mérito de lo anterior, el Poder Judicial no reconoce ninguna personalidad al grupo de personas que se hacen llamar “nuevo patronato”, el cual está encabezado por Horacio Magaña y ninguno de sus actos son válidos.
Los únicos patronatos legales y reconocidos por las autoridades federales son el patronato de la Universidad de las Américas Puebla, presidido por Margarita Jenkins de Landa, y el patronato de la Fundación Mary Street Jenkins, encabezado por Juan Carlos Jenkins de Landa.
Una nueva sentencia en contra que se suma a la larga lista de reveses del poder judicial federal al patronato espurio.
Desde la Fundación Mary Street Jenkins y la oficina de la rectora Cecilia Anaya Berríos hacemos un llamado a la comunidad universitaria para que prevalezca la prudencia y se evite validar actos irregulares provocados por el grupo espurio que mantiene secuestrada a la UDLAP.