Estas prácticas digitales de laboratorio o de campo, trasladadas a la pantalla de la computadora, son herramientas útiles en la didáctica de la biología.


La enseñanza de la ciencia puede verse limitada por las prácticas de laboratorio que resultan costosas debido al manejo de equipos especializados, animales de experimentación y uso de reactivos.

Para facilitar el acceso a este tipo de conocimiento, a lo largo de 20 años el doctor Arturo Reyes Lazalde, académico de la Facultad de Ciencias Biológicas de la BUAP, ha desarrollado 90 simuladores virtuales para complementar la enseñanza de los estudiantes de la Licenciatura en Biología.

Más allá de crear laboratorios virtuales para que los alumnos dispongan de material práctico de manera individual y reducir costos, “el objetivo es motivarlos por la investigación y que aprendan por medio de un razonamiento científico guiado por el profesor”, aseveró.

Estas prácticas digitales de laboratorio o de campo, trasladadas a la pantalla de la computadora, son herramientas útiles en la didáctica de la biología para trabajar temas diversos. Por ello, el equipo encabezado por Reyes Lazalde divide los simuladores por temática, mismos que permiten introducir, obtener y analizar datos, como ocurre en cualquier experimento. Además, algunos disponen de glosario para conocer la terminología médica.

Por ejemplo, se tienen programas para registrar la señal de una neurona, conocer la morfología del corazón, el potencial de acción cardiaco en nodo sinusal, la contracción muscular, la captura de oxígeno al subir una montaña, observar el proceso de disolución de un fármaco en el estómago, estudiar el equilibrio ácido base en un paciente y la interacción depredador-presa, entre otros.

“Cualquiera que use Windows podrá utilizar el simulador, ya que no se requiere de conocimiento de cómputo especializado. No obstante, una persona debe guiar a los alumnos en la investigación, para explicarles las variables y datos obtenidos. El simulador no sustituye al profesor, es un apoyo didáctico”, expresó. Trabajo en equipo El desarrollo de los simuladores requiere conocimientos de diversas disciplinas, como Medicina, Biología y Fisicoquímica, entre otras.

Al respecto, Arturo Reyes Lazalde señaló: “Soy médico de procedencia. Incursioné también en estudios de bioelectrónica, por lo que aprendí Física, Matemáticas, Química y Computación. Después realicé la Maestría en Fisiología y el Doctorado en Investigación Biomédica Básica en la UNAM, en el área de Neurociencias y Biofísica. Por lo tanto, esos conocimientos me facilitan el diseño de estos materiales didácticos”.

A esta labor se suma la doctora María Eugenia Pérez Bonilla, especialista en Biología Molecular y Patología Experimental, quien también es investigadora de la Facultad de Ciencias Biológicas, así como académicos de la Escuela de Artes Plásticas y Audiovisuales.

Al preguntar sobre las dificultades en la creación de laboratorios virtuales, el académico indicó que más allá de retos, se tienen áreas de oportunidad con el avance de la tecnología, cuestión que permite tener computadoras más rápidas, económicas, con incorporación de gráficos y de mejor calidad. Además, los materiales pueden compartirse en la nube. Actualmente, los más de 90 simuladores creados por el equipo de trabajo del doctor Reyes Lazalde son utilizados por los alumnos de la Facultad de Ciencias Biológicas.

En un futuro se espera que sean usados por estudiantes de otras carreras. “He tenido la fortuna de que varios de mis alumnos agradecen ver esta disciplina de otra manera. Esto se refleja al colaborar en el desarrollo de los simuladores”, puntualizó.