En el mundo, 800 millones de personas viven con hambre. La alimentación sigue dependiendo de los pequeños agricultores.
El 1% de la población planetaria conserva el 99 % de la riqueza existente, así lo indicó el Mtro. Mauricio López Oropeza, secretario ejecutivo de la Red Eclesial Pan Amazónica (REPAM).
Esto durante la conferencia Identidad Ignaciana y Compromiso Ecológico, desarrollada por el Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga SJ, (IIMA) de la IBERO Puebla, que encabeza la Dra. María Eugenia Ibarrarán Viniegra.
El experto en Desarrollo Humano también destacó que, no es que no haya suficientes recursos en el planeta para satisfacer las necesidades de la humanidad, el problema es la distribución.
Señaló que ocho familias en la Tierra concentran la misma riqueza que 3,500 millones de seres humanos. López Oropeza destacó también que se desperdicia entre el 30% y 40% de los alimentos que se producen, ya que la sociedad en la que vivimos nos ha llevado a una cultura del descarte.
Esto contrasta con los más de 800 millones de personas que viven con hambre, recalcando el punto de que el problema en la sociedad actual no son los recursos, sino la distribución y equidad.
Ante esta aparente falta de recursos, promovida por grandes corporativos, se ha promovido la siembra de alimentos transgénicos.
Esto ha llevado a la desaparición de flora y fauna nativa, y a la desaparición de comunidades enteras. Subrayó además que no existe ninguna claridad o transparencia sobre las modificaciones genéticas que se hacen a los alimentos.
Un punto a destacar por el investigador, es que los pequeños y medianos campesinos siguen siendo la fuente del 70% de alimentos para la población mundial.
Por lo que es mentira que se necesiten a las grandes corporaciones, las cuales promueven un sistema económico de crecimiento que no puede sostenerse, donde la carencia de ética es notoria.
La creencia de que para alimentar a los pobres es necesario seguir deforestando carece de un sustento real.
Quedando claro que la distribución justa de los recursos sería base fundamental en solución para acabar con el hambre y la aniquilación de recursos naturales. Este repartimiento equitativo se ha visto obstaculizada por grandes intereses comerciales.
El Mtro. Mauricio López Oropeza invitó a no limitar nuestro trabajo ecológico en únicamente reciclar y reforestar, actividades también muy necesarias, si no en hacer esfuerzos desde nuestro entorno para combatir la desigualdad.
A terminar con la lógica donde las posesiones nos devoran, llegando al punto en que olvidamos quiénes somos realmente.
Debemos dejar atrás la idea de que los recursos son para usarse y tirarse posteriormente, es necesario estar consciente que se depende de la Tierra.
Cuidar el medio ambiente tiene que ver con lo esencial, el sentido de pertenencia, la historia y la dependencia mutua.
Estos son elementos que los pueblos originarios de diversas regiones tienen muy presentes.
Finalmente, el experto en Ecología invitó a los asistentes a no ser colaboradores de un sistema que no da más, a combatir la desigualdad e inequidad, que no sólo consumen los diversos recursos del planeta de manera irreversible, sino que también roba grandes oportunidades de desarrollo para muchos.