El objetivo es construir un protocolo de contingencia para que sepan qué hacer en caso de siniestros o riesgos del patrimonio histórico de Puebla.
Puebla es una de las diez ciudades mexicanas consideradas patrimonio de la humanidad. Desde 1977, el Centro Histórico es la segunda poligonal más extensa del país y una de las más amplias de América Latina. Esto la convierte, además de en un elemento insustituible para la identidad poblana, en una zona susceptible a diversas problemáticas.
Por tal motivo, la IBERO Puebla y la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural (GCHPC) firmaron un par de convenios de colaboración relacionados con la gestión oportuna de riesgos. El Mtro. Mario Patrón Sánchez valoró el vínculo como una oportunidad privilegiada para salvaguardar la historia de Puebla y de la Compañía de Jesús en la ciudad.
Uno de los aprendizajes de la pandemia es que las sociedades no están preparadas para enfrentar lo inesperado. Aseguró el Rector de la Universidad Jesuita: “Nuestra apuesta con la especialidad [en Gestión Integral de Riesgo] tiene vida y vigencia en la alianza con las instituciones públicas. Son ellas quienes tienen que asegurar la existencia de políticas que nos permita gestionar los riesgos”.
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La GCHPC acude a la Casa de Estudios con la intención de construir un protocolo de contingencia para que todos los actores involucrados sepan qué hacer en caso de siniestros. En palabras de su titular, la Mtra. Berenice Vidal Castelán: “De la mano de la gerencia y la experticia de la IBERO Puebla estaremos trabajando, en su momento involucrando a otras universidades y actores económicos”.
Una primera etapa de la colaboración contempla que el claustro de la Especialidad en Gestión Integral del Riesgo de la Universidad Jesuita participe en la revisión del Protocolo de Actuación para la Zona de Monumentos de la Ciudad de Puebla. Los académicos harán un diagnóstico sobre el estado de la zona a nivel jurídico, social y de conservación y generarán una propuesta de acción.
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Así lo detalló la Dra. Lilia Vélez Iglesias, directora general Académica, al tiempo que destacó la importancia de construir soluciones desde lo comunitario. “No podemos hacer un diseño de una política de intervención sin la participación de todas y todos los que lo viven [el Centro]”.
En esa línea, el Mtro. Xavier Recio Oviedo, director del Departamento de Arte, Diseño y Arquitectura, señaló que incidir en el Centro Histórico implica fortalecer identidades y contribuir a resignificarlas. “Colaboraremos con ustedes con este protocolo, pero esperamos que en otro momento puedan darse otras posibilidades. Valoramos esta colaboración porque compartimos intereses”.