En los últimos años, diferentes modificaciones e incorporaciones a la Ley Federal del Trabajo han buscado proteger a la fuerza laboral de nuestro país. De acuerdo con la OCDE (2022), México es el segundo país que más horas al año trabaja con 2,266: una persona mexicana pasa al menos 9 horas diarias en su oficina, negocio u ocupación remunerada.
Para reflexionar sobre la situación y proponer acciones centradas en el desarrollo humano, un grupo de especialistas asistió al Congreso de la Asociación Nacional de Estudiantes de Relaciones Industriales (ANERI), cuya edición 54 fue organizada por el alumnado de la IBERO Puebla.
En este foro, se expusieron diferentes iniciativas como la reforma a la NOM-035 —que aborda temas relacionados con el bienestar integral de los trabajadores— buscan implementar una cultura de la prevención de más de 249 enfermedades profesionales reconocidas por el IMSS, entre las que se encuentran trastornos psicoemocionales como estrés, ansiedad, depresión e insomnio.
De igual manera, se busca reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas de forma gradual, así como obtener un incremento de 15 a 30 días de aguinaldo. Para lograrlo, “debemos revisar muy bien nuestros costos. En las pymes, la mayoría de los empleadores no conocen sus costos”, aseguró Arnol Escoto Cervantes, director general de Casa de Software y Soluciones Confiables S. A. de C. V. Y agregó: “No se trata de evadir impuestos; se trata de jugar de la manera más inteligente”.
El panel advirtió las múltiples vulnerabilidades a las que están sujetas las micro, pequeñas y medianas empresas: desde la reducción de la competitividad y la precarización de empleos hasta la falta de acceso a prestaciones básicas y a justicia laboral. Al mismo tiempo, pusieron el foco en las responsabilidades de empleadores y tomadores de decisiones.
Según explicó Sebastián Carrillo Flores, director general de Servicio de Mantenimiento a Equipo Dinámico S. A. de C. V. (SEMEDI), los patrones de pymes deben adquirir los conocimientos esenciales para iniciar y conducir sus emprendimientos. Los profesionistas de recursos humanos, aseguró, juegan un papel importante en ello: “La principal causa de incumplimiento de las normas es el desconocimiento”.
La impartición de justicia en materia laboral ha sido pronta y expedita. [Sin embargo] todavía nos falta mucho por hacer en este país”: Carlos Hernández
Por su parte, Carlos Hernández Garduño, presidente de RIPTAC, consideró que las reformas no contemplan del todo a las empresas, especialmente cuando estas deben defenderse ante las autoridades. “También los trabajadores […] buscan manipular la ley. Lo que debería haber son contrapesos de buena fe que puedan construir relaciones de equilibrio”. Y remarcó: “Esas son las reformas que nos faltan”.
Carrillo Flores también habló sobre el salario emocional: una serie de beneficios no económicos promovidos por los espacios de trabajo. Estrategias como el reconocimiento y la celebración de los logros individuales y colectivos son fundamentales para promover el bienestar laboral y el crecimiento profesional.
Los panelistas coincidieron en que las empresas requieren de voces expertas que acompañen el cumplimiento de las leyes para garantizar el bienestar laboral. “En una organización, lo más valioso son las personas. A veces, nos cuesta trabajo detectarlo”, reflexionó Escoto Cervantes. Al reconocer las dificultades del panorama actual, llamó a enfocarse en los nichos propios para preservar la competitividad. “Hay que tener mente abierta a todo tipo de cambios”, exhortó Sebastián Carrillo.
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