Las principales áreas de la Casa de Estudios trabajan para transversalizar la perspectiva de género en todos los ámbitos de la vida universitaria
En el marco del Día Internacional de la Mujer, la IBERO Puebla arrancó el Curso de transversalidad de la perspectiva de género, derechos humanos y pautas para favorecer la eliminación de las violencias universitarias. El espacio surgió como respuesta a diagnósticos internacionales que señalan que las universidades están lejos de consolidar la perspectiva de género en su quehacer.
Durante la sesión de cierre de este espacio de capacitación, Mario Patrón, Rector de la IBERO Puebla, recordó que, tal como dicta el modelo pedagógico ignaciano, la formación de ciudadanos compasivos es una tarea permanente. “Apostamos a que este sea un espacio de respecto a los otros y las otras que son diversos y distintos”.
Reconoció que las sociedades, incluida la comunidad universitaria, han sido reproductoras de una forma hegemónica de ser personas. Por ello, la Universidad Jesuita debe convertirse en un espacio para la expresión libre de las identidades diversas. Los equipos de primeros respondientes, agregó, son esenciales para la implementación de la perspectiva de género.
Las sesiones de trabajo se llevaron a cabo con materiales teóricos y prácticos, mismos que fueron estudiados en equipos multidisciplinarios. Galilea Cariño, responsable de Prevención de Violencias, resumió: “Deseamos que este curso haya dejado una especie de entrenamiento para que cada día, con base en ejercicios conscientes, nos entrenemos para deconstruir y eliminar prácticas discriminatorias”.
Entre las instancias acreditadas se encuentran directivos de la Dirección de Personal, el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ (IDHIE), la Procuraduría de Derechos Universitarios y el Programa de Prevención de Violencias, así como comisiones y áreas especializadas. Todos ellos equipos de primera respuesta a los que la Comunidad Universitaria puede acudir para reportar algún tipo de falta.
Planes de acción
El resultado de estos meses de trabajo fue una serie de proyectos en los que destaca la ética del cuidado y la justicia social: desde el cuestionamiento de la construcción de subjetividades hasta la propuesta de modelos de trabajo universitario más incluyentes.
La Comisión de Igualdad de Género tuvo una presencia preponderante. Ana Karen Herrera y Jessica Utrera desarrollarán una batería de materiales informativos destinados a diferentes públicos universitarios. Por su parte, la profesora de Derecho Perla Gómez se concentrará en la armonización del marco jurídico institucional, de tal manera que sea correspondiente con los tiempos actuales.
Por su parte, Alicia Rivera Favila, coordinadora de Seguridad e Higiene y Servicio Médico, reconoció: “Nos hemos construido como profesionales de la medicina […] y no hay transversalización de la perspectiva de género”. El resultado de la reflexión del equipo fueron las bases para una política interna con enfoque de género.
Óscar Gallardo y Claudia Alonso, colaboradores del Área de Reflexión Universitaria (ARU) y el IDHIE respectivamente, analizaron los atributos que constituyen al hombre y a la mujer ‘normales’. Su propuesta consiste en una experiencia extracurricular basada en el visionado de un documental sobre los roles de género y cómo se puede romper con prácticas obsoletas.
“Este curso me vino a abrir los ojos de lo que realmente significan estos procesos. No es solo la teoría: es cómo llevarlo a la práctica”, reconoció una catedrática.
Desde el Centro de Participación y Difusión Universitaria se desarrolló el proyecto Deporte, salud y desarrollo integral, una experiencia formativa dirigida a estudiantes que pertenecen a equipos representativos. La finalidad es delinear el perfil del deportista IBERO con una mirada de derechos humanos, afectividades y género.
El alumnado también encontró foro en el encuentro de clausura del curso. Pamela y Lucy, estudiantes pertenecientes al Programa Intercultural de Vida Universitaria Pedro Arrupe —dirigido a jóvenes de comunidades rurales e indígenas—, se sumaron al proceso reflexivo. Las estudiantes de Derecho se plantearon el objetivo de sumar las dimensiones social y cultural a la transversalización de la perspectiva de género.
De igual manera, un equipo conformado por colaboradores de la Dirección General del Medio Universitario desarrollará capacitaciones introductorias en masculinidades y disidencias sexuales dirigido al personal administrativo. En esa línea, Sara Larios, directora de Personal, hizo públicas las pretensiones de que, a largo plazo, la IBERO Puebla esté certificada en la NOM-025 relacionada con igualdad y no discriminación.
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