Un acercamiento con ciclistas dio a estudiantes un diagnóstico preliminar para crear una app que les dé una ruta para llegar rápido y seguro a su destino
Puebla es un estado inseguro para andar en bicicleta. De acuerdo con datos de la asociación Ni Una Muerte Vial, 635 ciclistas han sido atropellados en la entidad en los últimos cuatro años y de ellos, 31 perdieron la vida. Si bien Puebla ha comenzado a abrazar la infraestructura para la movilidad alternativa, resulta insuficiente para las necesidades reales de los usuarios de este medio de transporte.
La Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT) estatal lleva tiempo perfeccionando su manual de ciclismo urbano. Durante el verano pasado, la instancia se acercó al Departamento de Arte, Diseño y Arquitectura (DADA) de la IBERO Puebla para solicitar la elaboración de una propuesta interactiva y cercana a las necesidades de los usuarios.
El equipo, conformado por estudiantes de las licenciaturas en Diseño de Interacción y Animación (DIA) y Diseño Industrial recibió la información recolectada por la instancia pública luego de distintas mesas de trabajo con ciclistas de la ciudad. “Eran ideas volando”, explicó André Israel León Spezzia. “Tomamos esos conceptos y realizamos un proceso de investigación para empaparnos más del tema”, aseveró.
Para la elaboración del texto final, se basaron en proyectos similares de otras ciudades, como el Manual de ciclismo urbano de la Ciudad de México. “Nos centramos en el acercamiento con los usuarios; buscamos a ciclistas y les preguntamos qué era lo que necesitaban, cuáles eran sus deseos respecto al ecosistema ciclista en Puebla”, aportó Paulina González Domínguez.
Los estudiantes obtuvieron un diagnóstico preliminar que destacaba una realidad reconocible en las calles cercanas al campus de la IBERO Puebla: las ciclopistas poblanas no están diseñadas para una movilidad urbana efectiva, sino que se enfocan en el usuario que pedalea por recreación o con fines deportivos.
Esto dio pie a la creación de Zeekle, aplicación móvil capaz de ofrecer rutas para los diferentes perfiles de ciclistas. El estudiante Josué Giovanni Ríos García explicó: “buscamos que tengan las rutas más claras. Quien utilice la bici como medio de transporte para ir al trabajo, tendrá una ruta para llegar a su destino de la manera más rápida posible”.
La propuesta se enfoca principalmente en ciclistas primerizos, pero para todos los niveles ofrece las herramientas fundamentales. La propuesta de valor de la app se basa en su sistema inteligente que permite identificar vía GPS las rutas que se encuentran en mejores condiciones para transitar en bicicleta.
Al proceso de prototipado de DIA se sumaron estudiantes de Diseño Industrial, responsables de las labores de investigación y planeación para el librillo del manual ciclista. “Lo que unía a estos estudiantes era el diseño de experiencias”, comentó el Mro. Manuel Siordia Aquino, coordinador de la Licenciatura en Diseño de Interacción y Animación. “Queremos tener propuestas que estén bien conectadas y entiendan a los usuarios”, resaltó.
Al presentar Zeekle ante la SMT, al equipo se le encomendó investigar acerca de las brechas de género en ciclistas —se estima que las mujeres representan sólo el 14% del tráfico de bicicletas— Al mismo tiempo, la dependencia estatal apreció el sistema de recompensas mediante el cual se premia con descuentos en tiendas a las personas que acumulen cierto kilometraje.
“¿Por qué se está haciendo un manual para ciclistas si, en realidad, el que tiene la culpa es el automovilista?”, cuestionó André Israel. A su parecer, se debe cambiar la cultura vial para reconocer la bicicleta como un elemento de la movilidad urbana tan importante como los coches y los peatones.
El equipo planea continuar con el proceso de investigación y vincularse con más áreas profesionales para atender las peticiones de la Secretaría y de los usuarios piloto. “Con lo que proponen, los estudiantes pueden llegar a transformar su entorno”, celebró el coordinador de la licenciatura.
El proyecto fue coordinado por Arturo García Muñoz y Francisco Valverde Díaz de León, y recibió asesoría por parte del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga, SJ (IIMA). Junto a André Israel, Paulina y Josué Giovanni, colaboraron en el proyecto Danaé Díaz Escalante, Fernando Mena Ponce de León y Juan Armando Romero Gutiérrez, estudiantes de Diseño Industrial, así como Blanca Guadalupe Herrera Landa de DIA.