El reconocido escritor mexicano impartió una conferencia en la Fenali de la BUAP.


Escribir es un trabajo de profunda fe, una concentración intensa y mucho esfuerzo, además tiene una gran similitud con el amor, sobre todo en el proceso de enamoramiento cuando prevalece todo el tiempo la imagen de la persona amada en la cabeza de otra.

De igual manera, las ideas surgen en la mente del escritor y aunque trate de evadirlas se mantienen ahí y se conectan unas con otras hasta que se enamora de ellas, así lo señaló reconocido escritor mexicano Xavier Velasco, durante su participación en la Feria Nacional del Libro (Fenali) de la BUAP.

Al impartir su conferencia Del cero al punto final. Cómo escribir una novela, el ganador del VI Premio Alfaguara habló de su propia experiencia para la construcción de una obra literaria y destacó que es en ese momento cuando las primeras ideas se hacen presentes, “hay que “coquetear” con ellas hasta llegar al punto en el que uno se siente preparado para escribir una novela, como lo que sucede cuando uno está listo para comenzar una relación”. “… y un día de gran atrevimiento, tal y como el momento del primer beso, me siento y escribo dos páginas, en medio de una gran emoción, con prisa, encantado.

Las termino y al otro día las leo y me digo ¡wow!, si tienen sus defectos, pero están bien ¿y ahora qué sigue?”, expresó. Xavier Velasco indicó que escribir implica enfrentarse con una serie de dudas e inseguridades, propias de un joven que no sabe si será lo suficientemente bueno para su amada y de saber aliarse con esos miedos para salir adelante.

Asimismo, expuso que el instinto juega un papel muy importante y a veces hay que seguir a éste en vez de la razón, ya que ésta última puede ser muy tramposa.

“Uno piensa y razona lo que le acomoda y en ocasiones el instinto nos sugiere cosas muy raras; yo no quiero seguir un camino ya establecido, entre más raro sea el de mis historias, mejor”.

Por otro lado, el autor de obras como Diablo Guardián, Luna llena en las rocas y la Edad de la punzada, afirmó que los errores y las inconsistencias en la trama al momento de escribir pueden servir como herramientas para reafirmar la personalidad de los personajes y que la estructura no es más que el mapa que seguirá el lector para leer la historia.

“Me gusta pensar que la novela es un laberinto que estoy construyendo, un lugar a donde alguien va a llegar y perderse, por lo que no quiero que se aburra y se salga antes de tiempo, sino que continúe, y para ello tengo que encontrar el mejor camino para contar esa historia”.

El escritor mexicano también comentó que una buena táctica es contar la trama avanzada a un amigo, de tal forma que uno mismo se esfuerza en hacer comprensible su proyecto. “Se lo haces tan interesante como puedas porque en el momento que tu amigo bostece te vas a querer morir; es como si yo quisiera convencer a una chica de que ande conmigo, es el momento en el que tengo que seducir a mi interlocutor y también escucharlo”.

Finalmente, dijo que a pesar de que el proceso de escribir tiene altas y bajas, hay momentos en los que la misma novela te sonríe y te devuelve ese beso tan anhelado “es una alegría interna que nada puede superar”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *