“No hay argumento de ninguna índole que justifique el uso de la fuerza pública en detrimento de las actividades de investigación”

“La educación es central en la transformación de cualquier país. Sólo a través de ésta será posible superar la dependencia económica, cultural, científica y tecnológica, que como sociedad vivimos; así como encontrar salidas a la violencia social y política en que estamos atrapados en un círculo vicioso precisamente por el bajo acceso a la educación entre la población, en particular en sus niveles superiores”, afirmó el Dr. Miguel Ángel Méndez Rojas, académico del Departamento de Ciencias Químico Biológicas de la Universidad de las Américas Puebla, quien además destacó que es por lo anterior que resulta sumamente preocupante cualquier acción que desde el Estado ponga en riesgo o impida su correcto funcionamiento e implementación.

Lo anterior lo mencionó el académico, al recordar que el pasado 29 de junio de 2021, un destacamento armado de la policía auxiliar del Estado de Puebla, apoyados de elementos de la Policía Estatal, ingresaron al campus de la Universidad de las Américas Puebla desalojando por la fuerza a estudiantes, personal académico, administrativo y de servicio que se encontraba laborando en esos momentos: “Independientemente de las justificaciones legales al respecto, el acto excedió por mucho los límites que la razón y la civilidad que exigen a un gobierno que debe, por encima de todo, respetar, proteger y hacer cumplir el derecho a la educación. No hay argumento de ninguna índole que justifique el uso de la fuerza pública en detrimento de las actividades de investigación, enseñanza y creación artística que de manera parcial (como consecuencia de la pandemia de COVID-19 imperante en el país) se habían reiniciado en el campus, y que son de gran importancia para la formación de miles de profesionistas y ciudadanos”.

Asimismo, hizo el recuento de que a más de un mes de haber pasado ese hecho, desde entonces y a la fecha, la afectación no es sólo para una comunidad de más de diez mil integrantes y sus familias, sino también para la población que indirectamente depende de las actividades de la UDLAP.

El Dr. Miguel Ángel Méndez atestiguó que desde el año de 1970 en que la institución se asentó en el municipio de San Andrés Cholula, Puebla, y hasta el día de hoy, la UDLAP ha jugado un papel importante en la transformación social, económica y cultural del Estado de Puebla y del sureste mexicano, una región por décadas caracterizada por la desigualdad económica y la falta de oportunidades educativas.

“Miles de jóvenes mexicanos se han beneficiado de becas para estudiar en una institución de excelencia académica, en uno de los campus más grandes y bellos del país, con aulas y laboratorios equipados con tecnología de vanguardia, con profesores e investigadores formados en las mejores instituciones académicas del mundo y con acreditaciones y reconocimientos tanto nacionales como internacionales que permiten a sus alumnos y egresados una movilidad global garantizada en un mundo cada día más integrado”, resaltó el también investigador UDLAP.

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