Julia Solovieva, investigadora de la Facultad de Psicología de la BUAP, junto con su equipo, propone al dibujo como una herramienta formativa.

Dibujar constituye un proceso complejo en el que un niño agrupa en un espacio diversos elementos de su experiencia para interpretarse a sí mismo y al mundo que lo rodea.

La hoja en blanco representa para él un reto de espacialidad y organización que puede superarse con apoyo del dibujo, así lo plantea en su metodología la doctora Yulia Solovieva, académica de la Facultad de Psicología de la BUAP.

Al controlar los espacios y dominar el movimiento, el niño madura en distintas formas, aprende a comparar objetos y a encontrar los detalles, explica en entrevista la investigadora adscrita al Departamento de Neuropsicología de la Facultad de Psicología, quien ha comprobado con éxito su propuesta que parte del dibujo como una actividad formativa que facilita y disminuye dificultades en el proceso de lectoescritura.

Desde hace más de 10 años, la doctora Solovieva ha creado, junto con su equipo, diversas metodologías de enseñanza aprendizaje en niños con y sin dificultades, tanto de su lengua materna como del idioma inglés.

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