Los seres humanos podemos cambiar y ser la mejor versión de uno mismo: Victoria Cruz
Para Victoria Cruz Romano el karate do es un arte. Cuando realiza una kata, con movimientos suaves, pero con determinación, despierta emociones. Más que un deporte, es un estilo de vida que ha combinado con su formación en la Facultad de Ciencias Químicas, donde la destacada atleta estudia la Licenciatura en Ciencias Químicas. Su medallero suma nueve preseas de oro, nueve de plata y cuatro de bronce.
La resiliencia es un valor que explica mediante la enseñanza que el karate le ha brindado: “Siempre hay más de un camino para alcanzar un sueño. El amor es lo que te hace no abandonar las metas y la resiliencia te permite alcanzarlas, pese a cualquier obstáculo que se interponga”, expresa la estudiante de la BUAP, Premio Estatal del Deporte en 2017.
Con el ejemplo y orientación de su padre se inició en el karate do a la edad de 3 años. A la BUAP ingresó desde sus estudios en la Preparatoria Benito Juárez, para continuar su formación universitaria de pregrado. Entre los años 2011 y 2019 ganó seis medallas de oro, cuatro de plata y una de bronce en olimpiadas nacionales; tres medallas de oro y cinco de plata en Centroamericanos y del Caribe; y tres de bronce en los Panamericanos Senior.
El más reciente logro de Victoria Cruz, a quien le apasionan por igual la Química Orgánica y las competencias deportivas de alto nivel, cuyo sueño es llegar a los olímpicos y ser investigadora en la BUAP, fue la presea de plata en los Juegos Panamericanos de Lima, Perú, en 2019.
En esta carrera deportiva que emprendió a una corta edad, agradece a sus padres, maestros y compañeros el amor y la solidaridad. Por ello, comparte sus habilidades, mediante clases de karate, a niños y niñas, en quienes ve los valores de las artes marciales: disciplina, perseverancia, pasión, emoción y vida.
La disciplina para afrontar retos es un valor que ha desarrollado durante su formación académica y la práctica deportiva, desde sus estudios en la Benito Juárez y hoy en la Facultad de Ciencias Químicas. En la preparatoria eligió el área de Ingeniería para entrenar su mente en las Matemáticas y aplicar esos procesos en la carrera que ya sabía que estudiaría. Aprendió a combinar la academia y el entrenamiento deportivo bajo un régimen que administraba y equilibraba en tiempo: comer, dormir, estudiar, entrenar, momentos de esparcimiento y convivencia familiar, todo con disciplina y perseverancia.
Asimismo, valora la sensibilidad y empatía. “Cuando vi la rutina de kata de Kiyou Shimizu, en los juegos olímpicos de Tokio, lloré, porque sé el esfuerzo que implica, la complejidad de los movimientos, esa repetición de ataques y defensas, conozco todo lo que debe ocurrir para llegar a ese momento: es emoción, es alegría”.
De acuerdo con la estudiante de Ciencias Químicas, a quien en 2018 la Federación Mexicana de Karate-Do le otorgó un reconocimiento como una de las mejores atletas de la selección nacional, los seres humanos podemos cambiar y ser la mejor versión de uno mismo.
“Las personas que nos inspiran son aquellas que nos motivan a emprender esa búsqueda; en mi caso lo he logrado con el deporte y el estudio, en el ejemplo de mis profesores, mi entrenadora y mis padres. Quiero saber tanto como ellos, ser igual de amorosa, fuerte y constante”.
Con un nutrido medallero, Victoria Cruz Romano sabe lo que se experimenta al ver ondear en alto la bandera de su país. Sin embargo, los sueños no la abandonan: desea practicar box y gimnasia, terminar su carrera con un proyecto de investigación en Química Orgánica, continuar el posgrado y llegar a los juegos olímpicos para representar a su país en la cumbre deportiva del mundo.
La Química y el karate do son sus pasiones y los valores transmitidos su recompensa. “Es tiempo de perseguir nuestros sueños y trabajar cada día por alcanzarlos”.