Innovación, reinvención de productos y servicios turísticos, característica principal de LATH IBERO Puebla a diez años de su creación.
Pocas áreas de la economía y la vida social han sido tan golpeadas por la COVID-19 como el turismo. La pandemia recluyó a la humanidad en sus hogares, por lo que la actividad turística sufrió un desplome internacional del que apenas comienza a recuperarse.
El turismo engloba diferentes áreas: hospedaje, transportación, viajes, hotelería, esparcimiento, reuniones y derivados. Esta situación es una oportunidad para repensar la forma de ofrecer estos atractivos, así como la nueva forma de viajar por parte de los turistas. Así lo aprecia el Mtro. Vladimir Barra Hernández, coordinador de la Licenciatura en Administración Turística y de la Hospitalidad (LATH) de la IBERO Puebla. Para el académico, los protocolos de bioseguridad son sólo una parte de toda una reestructuración a la que la práctica del turismo está llamada ante la coyuntura sanitaria.
Esto supone la participación activa del gobierno, la comunidad receptora, las empresas, la academia y los turistas. El verano vino y se fue sin dejar un ápice de la derrama económica que normalmente representa para Puebla.
De a poco, la reapertura de algunos servicios del sector turístico ha guiado la transición a la nueva normalidad. “Debemos pensar estrategias para reactivar y salvaguardar la integridad tanto de los prestadores como de los turistas, orientando hacia acciones de desarrollo sostenible”, considera Barra Hernández. Con un panorama marcado por la incertidumbre es que la LATH celebra su décimo aniversario.
No obstante, el Coordinador prefiere enfocarse en el aspecto esperanzador para evaluar el recorrido de la licenciatura. Un primer aspecto a destacar es la resiliencia: “tanto estudiantes como docentes tuvimos que desarrollar y fortalecer muchas competencias para poder desempeñar, desde casa, nuestras labores”, comenta. Otra razón para recibir el porvenir con optimismo es el rol protagónico que el sector turístico puede tener en la recuperación económica. Vladimir Barra se refiere al turismo local como una forma de impulsar a las comunidades rurales con vocación turística.
“Puebla es rico en naturaleza. En las sierras Norte y Nororiental, que tienen un sinfín de atractivos turísticos, se pueden practicar actividades al aire libre”. En ese sentido, se espera que el alumnado desarrolle una alta capacidad de adaptación que permita la reinvención de productos y servicios que atiendan las necesidades sanitarias y recreativas de las personas. De igual manera, el turismo como negocio deberá tener nuevos enfoques, lo cual implica, priorizar la actividad local por encima de los grandes destinos turísticos tradicionales.
En síntesis, los estudiantes deben ser capaces de innovar, adaptarse al cambio y orientar sus acciones al cuidado de la Casa Común. “Son cuestiones que tocamos en las asignaturas de la licenciatura: se analizan las problemáticas reales y se plantean formas en que, como profesionistas, podemos enfrentar estas situaciones”. Barra Hernández comparte que el plan de estudios de la licenciatura se encuentra en proceso de rediseño, el cual se verá marcado ineludiblemente por la pandemia y sus enseñanzas.
Con la incorporación de temas relacionados con el turismo incluyente y sostenible, se busca atender algunas de las problemáticas que se dan en los entornos sociales, ambientales, económicos y culturales de los destinos turísticos. El cambio de paradigmas en el ejercicio turístico deberá valerse de la tecnología y el compromiso comunitario para garantizar la seguridad y confianza de los usuarios.
“No sólo es responsabilidad del gobierno el generar acciones que favorezcan el turismo, sino que también corresponde a las empresas, a las comunidades receptoras y al turista”, concluye. En el marco de un aniversario atípico, Vladimir Barra agradece a toda la comunidad de estudiantes, académicos y egresados de la licenciatura, así como a todas las personas que han intervenido en los diez años de la carrera. “Estos primeros diez años y los resultados que tenemos nos dan un panorama de hacia dónde caminar y mirar”.