Una economía voraz, desmedida y consumista ya no es sostenible para el mundo. La organización internacional de investigación Global Footprint Network marcó el 2 de agosto de 2023 como el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra, lo que significa que la humanidad consumió todos los recursos que el planeta tenía para este año, y ya ha comenzado a ocupar los que corresponden al 2024.
El punto de no retorno ya es una realidad, y la única forma de subsanar el daño es cambiando ese sistema de consumo por alternativas sustentables, comunitarias y accesibles. El Laboratorio de Innovación Económica y Social (LAINES) de la IBERO Puebla, consciente de esta realidad, impulsó los Diálogos por la Economía Social y Solidaria.
En la primera de una serie de conferencias, tres cooperativas de plataforma compartieron sus experiencias, retos y atinos en el proceso de construcción del cambio. El factor digital de estas cooperativas les permite llegar cada vez más lejos, y hacer del internetun espacio cada vez más social y colaborativo.
La versatilidad de estas cooperativas les permite integrarse desde cualquier parte del mundo, tal como hizo el proyecto de Up & Go, que coordina Juan Cuautle en conjunto con siete cooperativas del barrio neoyorkino de Sunset Park, en que viven principalmente migrantes latinoamericanos.
Este programa es impulsado y creado desde el Centro de la Vida Familiar de Sunset Park, una organización sin fines de lucro que cuenta con una incubadora de cooperativas sociales y solidarias que brindan oportunidades laborales, educativas y económicas a los habitantes de este barrio de Brooklyn.
“Yo empecé a ver esas barreras que enfrentaban aquí en los Estados Unidos, y que son creadas de manera consciente para que las comunidades migrantes no puedan tener acceso a los recursos. Fue ahí cuando yo me adentré en el cooperativismo”. Así nació Up & Go, una tienda digital de servicios para el hogar que ayuda y da oportunidades desde una lógica cooperativista y solidaria.
Si bien las cooperativas de plataforma brindan apoyo económico a quienes participan en ellas, también les ofrecen una comunidad. La tienda digital del Tianguis Alternativo Puebla ha expandido su sentido comunitario, pues nació en la pandemia como una forma de seguir con este proyecto autogestivo y cooperativista, y a la par logró posicionar al tianguis dentro de su contexto.
Su coordinadora, Daniela Rátiva Gaona, detalló el proceso. “Hay gente a la que no le gusta ir a escoger su verdura o que no tiene tiempo para hacerlo. Por ello, nosotros generamos una plataforma amigable y bonita que permita que todas las personas interesadas estén cerca de estos productos, y, además, buscamos que toda la ciudad tenga el acercamiento a este tipo de proyectos”.
El cooperativismo de plataforma también es un eje de interés para las organizaciones internacionales, como lo es Instituto de Políticas para el Transporte y de Desarrollo —ITDP, por sus siglas en inglés—. Esta organización sin fines de lucro busca impulsar cuestiones de movilidad y transporte en los países a los que llega.
Juan Daniel Bustillos, como científico de datos de la organización, explicó el impacto que el ITDP tiene en nuestro país gracias al apoyo de diversas instancias gubernamentales de la Ciudad de México, y la federación de cooperativas francesa CoopCycle. Juntos desarrollaron el proyecto Rodando Juntas, que promueve los envíos urbanos de forma sostenible y justa desde su propia cooperativa de plataforma.
Esta triada de cooperativas de plataforma demuestran que la vida sostenible es posible y, sobre todo, que la colaboración es fundamental. Los proyectos que participaron en el diálogo tuvieron un momento para aconsejarse y brindarse apoyo mutuo, lo que impulsó el diálogo de saberes entre ellos y con los asistentes.
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