Alumnos y docentes de Puebla con la mayor participación en la encuesta; Tlaxcala con la menor, apenas 138 encuestas contestadas.
Estudiantes de educación básica, docentes y padres de familia de escuelas públicas de Puebla y Tlaxcala participaron en la encuesta sobre experiencias de las comunidades educativas durante la contingencia sanitaria, realizada por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
En el estudio participaron 19 mil 108 alumnos, padres y maestros de Puebla, lo que colocó a la entidad con la segunda mejor participación nacional; al contrario de Tlaxcala que tuvo una de las participaciones más bajas, con apenas 138 encuestas contestadas de las 193 mil 749 a nivel nacional.
De acuerdo con los resultados, la Comisión Nacional revela que el 97 por ciento del alumnado continuó sus estudios durante la cuarentena, aunque este porcentaje se va reduciendo dependiendo del nivel educativo, por ejemplo, en secundaria casi uno de cada 10 alumnos abandonó sus estudios.
Solo 61.9 por ciento de los maestros dijo haber recibido materiales y recursos por parte de la escuela para utilizar la estrategia Aprende en Casa I, además de que en el 69 por ciento de los casos los padres no acompañaron a sus hijos en el proceso educativo.
Si bien el informe considera que la experiencia de la enseñanza durante la cuarentena resultó positiva, reconoce que hay desigualdades profundas tanto en las herramientas para comunicarse con alumnos como con las desigualdades de cada uno dependiendo las regiones.
Se supo que seis de cada 10 alumnos que cursaban la educación primaria no tuvo acceso a una computadora o celular para tomar clase, y cinco de cada 10 no pudo acceder a los libros de texto gratuitos.
Asimismo, cinco de cada 10 alumnos declararon que los contenidos de Aprende en Casa resultaron aburridos, no fueron suficientes o, en dos de cada 10 alumnos, los contenidos estaban en una lengua diferente.
La comisión además detectó que las mayores desigualdades se reportaron en las comunidades indígenas donde siete de cada 10 estudiantes tuvieron mayores dificultadas por su condición vulnerable y acceso nulo a herramientas electrónicas.
Por último, las y los estudiantes mencionaron que necesitarían apoyo especial de sus docentes para repasar los temas vistos a distancia y “ponerse al corriente” con los aprendizajes y materias para el siguiente ciclo escolar, incluso consideraron solicitar retroalimentación específica de las actividades.