En Puebla y Tlaxcala, según la Escala de Trabajo Digno elaborada por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza (ACFP), hay un total de 1.3 millones y 296 mil personas sin trabajo, respectivamente. 

El mercado laboral en ambas entidades pasa por una crisis que las aleja de garantizar trabajos dignos; por ejemplo, en Puebla 2.1 millones de personas trabajan, pero lo hacen desde la informalidad, el autoempleo, sin seguridad social ni salarios fijos o dignos. 

Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, además, informa que del total de personas que trabajan en Puebla, 332 mil no tienen salario suficiente para cubrir las necesidades básicas de sus familias y 190 mil tienen salario de sobrevivencia, es decir, si bien tiene un empleo formal y un salario que supera el umbral de la pobreza, lo que ganan no representa un salario digno; esto quiere decir que 3.5 millones de poblanos no tiene trabajo, laboran en la informalidad o tienen trabajo formal pero salarios insuficientes que los alejan del trabajo digno. 

Lo mismo sucede en Tlaxcala, 296 mil personas de la Población Económicamente Activa (PEA) están desempleadas; 442 mil de los que trabajan lo hacen desde la informalidad y 58 mil, aunque tienen trabajo formal, su salario no es suficiente para cubrir las necesidades básicas de sus familias; además, 40 mil tienen salarios de sobrevivencia, lo que significa que cerca de 800 mil tlaxcaltecas están desempleados o laboran en condiciones poco dignas, que los alejan de vivir en condiciones de trabajo justas. 

Otro de los datos es que en Puebla y Tlaxcala solo 37 mil y 5 mil personas tienen trabajo formal y salarios altos mayores a 40 mil pesos, lo que representa apenas el 2.5 por ciento de su PEA que, se podría decir, tienen trabajo digno con tiempos y condiciones económicas para el desarrollo humano

La organización incluso coloca a Puebla entre las 10 entidades con el mayor número de personas sin protección social ni empleo; ocupa la posición quinta después de Campeche, Chiapas, Guerrero y Oaxaca. 

La Escala de Trabajo Digno es una medición con datos oficiales del INEGI e IMSS sobre las condiciones laborales que cumplen con el derecho humano al trabajo digno. Uno de los resultados relevantes es que el empleo en México aumentó, pero no así los salarios o las condiciones laborales dignas. 

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