En los últimos años, las criptomonedas han experimentado un crecimiento impresionante, consolidándose como una opción financiera tanto para inversores individuales como para grandes corporaciones. 

Este auge ha sido impulsado por una aceptación y adopción global en aumento, además de la promesa de una tecnología subyacente, blockchain, que ofrece transparencia, seguridad y descentralización.

Entre las criptomonedas más cotizadas en el mundo destacan Bitcoin, Ethereum y Binance Coin. Bitcoin, como la primera creada, sigue siendo la más valiosa y reconocida, actuando a menudo como el «oro digital». 

Ethereum, por su parte, ha ganado popularidad gracias a su plataforma que permite la creación de contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas, mientras que Binance Coin ha crecido significativamente gracias al ecosistema de servicios y productos ofrecidos por el exchange Binance.

Para muchos inversores, esta opción ha representado una oportunidad única de obtener rendimientos significativos en un período de tiempo relativamente corto. Este atractivo se debe en gran medida a la volatilidad inherente de estos activos, que, si bien conlleva riesgos, también ofrece la posibilidad de grandes ganancias.

En la actualidad, Argentina, Brasil y México son los únicos países latinoamericanos en figurar en el top 20 del nuevo ranking de adopción de criptomonedas de la firma de análisis de blockchains, Chainalysis. 

En su Índice Global de Adopción, Brasil se posicionó como el noveno país del mundo con mayor uso de bitcoin y criptoactivos. Argentina ocupa el puesto 15, mientras que México se encuentra en el 16. 

En comparación con el índice de adopción de años anteriores, Brasil y Argentina han tenido un leve descenso en su clasificación, con Brasil cayendo del séptimo al noveno puesto y Argentina del decimotercero al decimoquinto. 

Sin embargo, México muestra una notable mejora, escalando del puesto 28 al 16 en un solo año, lo que indica un creciente interés y utilización de criptomonedas en el país.

De esta manera, los datos reflejan un impresionante volumen de transacciones en criptomonedas en 2023, alcanzando los 63 mil millones de dólares. Dentro de este marco, el Bitso desempeñó un papel importante, procesando 4.300 millones de dólares en transacciones en el corredor México-Estados Unidos. Esta cifra supera los 3.300 millones de dólares enviados en 2022.

Bitso también tuvo un alza significativa en su división Bitso Business, que vio un aumento del 60% en 2023. Este incremento llevó a la división a alcanzar un volumen anualizado de 8 mil millones de dólares a nivel global. 

“La adopción popular de criptomonedas no se refiere a qué países tienen los mayores volúmenes de transacciones en bruto (…). En su lugar, queremos destacar los países en los que la gente común y corriente está adoptando más las criptomonedas. Para ello, hemos diseñado el Índice Global de Adopción de Criptodivisas con el fin de identificar los países en los que más personas están invirtiendo la mayor parte de su riqueza en criptodivisas”, señalaron en el reporte.

Respecto al resto de los países latinoamericanos también se encuentran en la lista mundial, Colombia en el puesto 32, seguido por Venezuela en el 39 y Ecuador en el 42. Perú ocupa el lugar 48, mientras que Chile está en el 67. La República Dominicana se clasifica en el puesto 70, Bolivia en el 78, Costa Rica en el 91 y Nicaragua en el 93. 

En esta misma línea, en el caso puntual de México, un informe desarrollado y presentado por Sherlock Communications en abril reveló que el 52% de los mexicanos no usa o invierte en criptomonedas debido a la falta de conocimiento o la confusión que les genera este tema. Asimismo, el 49% de los participantes expresó dudas sobre la información disponible y la seguridad de operar, subrayando la importancia de una mayor educación y transparencia en este ámbito.

A pesar de estas preocupaciones, sólo el 25% mencionó la falta de dinero suficiente como una barrera para invertir. Esto sugiere que el principal obstáculo para la adopción no es financiero, sino más bien una cuestión de entendimiento y confianza en la tecnología detrás de las criptomonedas. 

Por otro lado, se conoció que el 40% de los encuestados invierte en criptomonedas con el objetivo de ahorrar dinero para el futuro y un 43% afirmó haber obtenido ganancias. El 36% sostuvo que una de las mayores ventajas es la accesibilidad de sus inversiones desde cualquier lugar, sin depender de intermediarios; en tanto, el 29% mencionó la ventaja de pagar menos comisiones en las transacciones. 

Un porcentaje igual (29%) indicó que han adquirido criptomonedas a través de juegos blockchain o publicaciones en redes sociales, lo que refleja la diversidad de formas en que las mismas están siendo integradas en la vida cotidiana. 

Cabe destacar que, según cifras de la firma financiera Finder, se estima que más de 12 millones de personas poseen criptomonedas en México; siendo uno de sus principales usos la realización de transacciones desde Estados Unidos, ofreciendo una alternativa eficiente para enviar remesas a sus familias sin incurrir en las altas comisiones típicas de los métodos tradicionales. 

Regulación de criptomonedas

En México, la regulación de las criptomonedas está principalmente bajo la Ley Fintech, que proporciona un marco normativo claro para los pagos electrónicos, el crowdfunding y los activos digitales. Esta ley reconoce a las criptomonedas como activos digitales legítimos, permitiendo su uso como medio de pago y la realización de transacciones.  

Para incentivar la innovación en el sector financiero, México ha implementado un «sandbox» regulatorio, lo que permite a las empresas probar proyectos nuevos y disruptivos bajo la supervisión de las autoridades. 

En este sentido, el Banco de México actúa como la autoridad central en dicho ámbito, vigilando el uso de las criptomonedas y evaluando regulaciones adicionales para proteger a los usuarios. 

Un aspecto importante es la definición precisa de las criptomonedas como “activos digitales basados en códigos encriptados, que se utilizan como medio de pago o intercambio y cuya transferencia se lleva a cabo a través de medios electrónicos”. Esta definición ayuda a diferenciar las criptomonedas de otros activos digitales que no comparten las mismas características, permitiendo una aplicación más precisa de las normativas y asegurando que solo los activos que cumplen con estos criterios sean considerados bajo la regulación específica de criptomonedas. 

Por su lado, la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon) determinó que, a pesar de ser consideradas un medio de pago alternativo, no son monedas de curso legal en México. 

Además, resaltó la importancia de emitir comprobantes fiscales en todas las ventas de criptomonedas para cumplir con las regulaciones fiscales vigentes y garantizar la transparencia en las operaciones.

En términos tributarios, Prodecon señaló que las transacciones con criptomonedas se asimilan a la «enajenación de bienes», según el Código Fiscal de la Federación, exigiendo que los ingresos obtenidos a través de criptoactivos sean declarados y gravados de acuerdo con las disposiciones establecidas para este tipo de operaciones. 

Estas recomendaciones buscan proporcionar claridad y guía a los participantes del mercado de criptomonedas en México, garantizando el cumplimiento de las obligaciones fiscales y evitando posibles problemas legales relacionados con la tributación de estos activos digitales.

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