En adelante será necesario mejorar la confianza y los niveles de inversión en el país a fin de aumentar los niveles de empleo. 

BBVA México consideró que el camino para la recuperación será largo luego de la crisis del covid-19, toda vez que se mantendrá un entorno de inversión bajo y una tendencia del empleo difícil; por lo anterior, la economía regresará a los niveles previos a la crisis hasta 2024, mientras el ingreso de los mexicanos, es decir, el producto interno bruto (PIB) per cápita mostrará señales de recuperación hasta 2026 o 2027.  

Carlos Serrano, economista en jefe del banco, señaló que “viene una recuperación muy lenta e incompleta. Estamos estimando que el crecimiento en 2021 es de 3.2 por ciento y vemos más riesgos a la baja porque habrá una primera mitad del año con un bajo dinamismo económico por las nuevas medidas de confinamiento y el crecimiento significativo de los casos, que provocan una caída en la movilidad y la actividad económica”.

“Un crecimiento de 3.2 por ciento para este año será una recuperación incompleta, además de que aún existen riesgos a la baja para el PIB por los niveles de contagio, la extensión del cierre de las actividades no esenciales y el rezago en la producción, pese a la aplicación de la vacuna”.  

Al presentar los resultados del análisis Situación México para el primer semestre del año, Serrano dijo que si se confirma la contracción económica de 9 por ciento en 2020, para llegar al mismo nivel de antes de la pandemia se necesitará crecer 10 por ciento en 2021, es decir, todavía vamos a estar muy lejos de los niveles previos a la crisis. “Creemos que el PIB se podrá alcanzar hasta 2024 y en términos per cápita hasta 2026 o 2027”. 

El economista en jefe de BBVA México mencionó que en general la emergencia sanitaria tendrá un efecto de larga duración por el fuerte deterioro en el mercado laboral y la pérdida de más de un millón de empleos formales, que podrán regresar a los mismos niveles hasta 2023.

Lo anterior no considera a todos los que ingresan cada año al mercado laboral, la desaparición de pequeñas y medianas empresas, lo que representa una economía más informal o de menor tiempo de trabajo.  

Aunado a esto, la baja respuesta fiscal por parte del gobierno para apoyar a las empresas y a las familias tendrá como consecuencia un peso mayor en la recuperación, al no tener una política fiscal que respondiera a la emergencia en comparación con la de otros países.  

Paradójicamente, para Carlos Serrano “esta austeridad fiscal no está siendo recompensada por los mercados y las calificadoras, y va terminar trasladándose en una recuperación más lenta y probablemente en una trayectoria de sostenibilidad de deuda peor. No se logró tener una política fiscal que apoyara a las familias, empleo y sector salud, y tampoco se logró tener una recompensa significativa de los mercados que no han tratado mejor a México ni en términos de deuda ni de las propias calificadoras”. 

Agregó que en adelante será necesario mejorar la confianza y los niveles de inversión en el país a fin de aumentar los niveles de empleo, así como otorgar garantías por parte de la banca de desarrollo para poder otorgar créditos para capital de trabajo a las pequeñas y medianas empresas.  

“La inversión se ha debilitado por una serie de decisiones de política pública que han generado incertidumbre entre los inversionistas y que ya venían resultando en una caída de la inversión desde antes de la pandemia. Si no se logran revertir estás señales de incertidumbre, de que las reglas del juego pueden cambiar a la mitad del partido, esta no se va a recuperar y por lo tanto los empleos no mejorarán”.

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