Este vehículo busca ser una propuesta más eficiente, limpia y segura para transportar personas y mercancía, frente a los mototaxis que circulan en las periferias de la capital del país.


El apellido Mastretta vuelve a sonar en la industria automotriz. Luego de terminar la producción del vehículo deportivo Mastretta MXT en 2014 y de entrar al negocio de las bicicletas eléctricas, los hermanos Daniel y Carlos Mastretta han incursionado, de la mano de Ford, en un nuevo nicho: el de los bicitaxis eléctricos.

Entre enero y agosto, diez vehículos participaron en un proyecto piloto en Tláhuac, en conjunto con el Frente de Organizaciones de Transporte Colectivo y Alternativo, creado por 43 organizaciones de mototaxistas de las alcaldías Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Tláhuac y Venustiano Carranza.

Tras obtener buenos resultados con el prototipo eléctrico la compañía tiene en puerta un pedido de 200 unidades, que se producirán en Toluca. Una de las claves que marcarán el éxito del proyecto es el costo. Por eso, el precio de cada unidad es de 40,000 pesos. Ahora, la compañía de los Mastretta trabaja en mecanismos de financiamiento que faciliten la compra de las unidades.

El vehículo está pensado para realizar trayectos cortos dentro de los barrios, de hasta un kilómetro (como un viaje al supermercado, a la escuela o a la estación de metro más cercana), con un costo de promedio de entre 20 y 50 pesos.

Este proyecto fue el ganador de la iniciativa de Fordc, City One Challenge, que busca impulsar nuevas soluciones de movilidad para megaciudades. En su última edición, el programa se lanzó en Indianápolis (Indiana), Detroit (Michigan), Austin (Texas) y Ciudad de México (México), con el enfoque de mejorar la movilidad de los grupos vulnerables, como mujeres, adultos mayores o personas con discapacidad, en las periferias de la capital, que no están tan bien conectadas como las colonias del centro.

“En las políticas de movilidad pasadas no se abordaban las periferias debido a que no son mediáticas. Las ciclovías no se construyen en Tláhuac o Xochimilco, se ponen en la Condesa, La Roma o Polanco, donde cualquier cosa que hagas sale en las noticias”, dijo durante la presentación del proyecto ganador Rodrigo Díaz, subsecretario de planeación, políticas y regulación de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México.

Ford lanzó en mayo de 2019 una convocatoria para que, en conjunto con el gobierno de la Ciudad de México, ciudadanos, organizaciones civiles y empresas, propusieran soluciones de movilidad. Hubo 171 propuestas, entre las que se eligieron 12 finalistas, que fueron evaluados por un comité integrado por directivos de Ford, el gobierno de la Ciudad de México, así como partners de la automotriz (AT&T, Microsoft y Dell) y grupos de la comunidad.

La propuesta ganadora, que obtuvo en diciembre 100,000 dólares (unos dos millones de pesos) para implementar la idea, fue la presentada por Arietis, de los hermanos Carlos y Daniel Mastretta, quienes en conjunto con el Frente de Organizaciones de Transporte Colectivo y Alternativo desarrollaron el proyecto MX3: Trici-Taxi Eléctrico Suburbano, que tiene como objetivo el desarrollo de vehículos eléctricos, como una alternativa más eficiente y segura a los mototaxis que circulan en la Ciudad de México y la zona metropolitana.

“El mototaxi se ha convertido en el medio de transporte de mujeres y niños en los barrios de la periferia de la Ciudad de México: dos de cada tres viajes son realizados por este perfil de usuarios”, dijo Alejandro Rosas, líder de movilidad en Ford de México.

EL PROYECTO PILOTO

En el proyecto piloto participaron 10 unidades -ocho para pasajeros, uno para carga y otro para personas con discapacidad motriz-, y entre los retos observados estuvo la duración de la batería, que en las primeras semanas solo duraba dos de las ocho horas de trabajo que cubren los mototaxistas. “Era más un tema de hábitos de manejo que de la tecnología.

Conforme recibieron capacitación, y entendieron que la asistencia de la batería solo se usa al principio de cada viaje, la autonomía incrementó notablemente, a entre seis y ocho horas, o entre 25 y 40 viajes, dependiendo de la distancia recorrida”, dijo Rosas.

El prototipo, cuyo tiempo de recarga es de entre tres y cuatro horas, tendrá una batería capaz de recorrer hasta 100 kilómetros por cada carga. En una primera fase funcionará para el traslado de personas, pero Rosas explicó que también se está trabajando en otro que se pueda usar para la entrega de mercancías en trayectos “de última milla”, con una capacidad de hasta 200 kilos de carga.

“Hay negocios, como tintorerías, tiendas o restaurantes que han mostrado interés por el prototipo, en tanto que el costo de operar un bicitaxi eléctrico es mucho menor al de operar un vehículo de reparto”, dice. Durante el piloto realizado, los operadores reportaron ahorros de hasta 3,000 pesos mensuales en el gasto en combustible, frente a la operación de un mototaxi.

EL FUTURO DE FORD

En su camino para pasar de ser una compañía de manufactura automotriz a una que ofrece servicios, movilidad, tecnología y autos, Ford creó la subsidiaria Smart Mobility, con operaciones en Palo Alto, California, y Dearborn, Michigan, para diseñar, construir, crecer e invertir en servicios de movilidad emergentes.

Como parte de la estrategia, Ford lanzó en 2018 un programa de crowdsourcing, denominado City Challenge, para que residentes, empresas y grupos comunitarios propongan y experimenten soluciones que mejoren la movilidad en las ciudades.

Cada desafío se adapta a la ciudad o condado específico y se enfoca en abordar sus necesidades únicas, desde las largas filas de estudiantes en las paradas del autobús escolar hasta métodos de transporte más seguros para los trabajadores de turno nocturno que deben viajar durante horas no tradicionales. “Nosotros vemos un futuro en donde los distintos modos y medios de transporte puedan estar integrados.

Por ejemplo, que con la compra de tu vehículo Ford, venga asociada una membresía que permita acceder a diversos modos de transporte en la ciudad, desde el metro o el metrobús, hasta un bicitaxi eléctrico o un scooter.

Pero esto requiere que la industria privada, el gobierno y las pequeñas empresas trabajen en conjunto para que los proyectos funcionen”, dijo Rosas.

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