Con frecuencia, los empleados realizan su trabajo utilizando prácticas que no contribuyen a la eficiencia de sus actividades, como dejar las tareas más difíciles para el final, esperar instrucciones sobre qué hacer o no dejar de utilizar dispositivos como los celulares, entre otros hábitos.
Lo anterior le genera a los trabajadores que el tiempo en el área donde desempeñan sus funciones sea más pesado y se extiendan los procesos para poder cumplir con los objetivos o tareas que tienen dentro de una organización, generando afectaciones tanto físicas como mentales.
De acuerdo con el Termómetro Laboral: “Cómo impacta la salud mental en el entorno laboral, según trabajadores en México”, elaborado por OCC, actualmente la salud mental es un pilar esencial para que las empresas en el país puedan mantener a su personal productivo, satisfecho y, sobre todo, saludable.
Resalta que esa prioridad también se ha trasladado a los trabajadores, quienes ahora buscan oportunidades laborales que les permitan cuidar su bienestar emocional y colocan su salud mental como un aspecto fundamental en sus vidas profesionales.
En entrevista con El Economista, Nefris Ventura, CEO de la firma Más Humanos, comenta que existen algunos factores que generan a los colaboradores malos hábitos dentro de la organización y que alargan las jornadas, tales como el espacio físico y los medios de comunicación.
Creo que tiene que ver con la procrastinación, sabemos que nos podemos ir de puente, vacaciones o llevarnos más tranquila nuestra semana, y a lo mejor vamos resolviendo lo importante de la semana, y dejamos de alguna manera estos pendientes dentro de: alguien más lo va a tomar o cuando me lo pidan”, indica.
La OCC señala que la limitada comunicación sobre salud mental dentro de las empresas tiene consecuencias significativas, tanto para los trabajadores como para las organizaciones.
El organismo apunta que para 38% de los encuestados, la principal consecuencia es la disminución de la productividad, ya que los problemas emocionales no atendidos afectan la concentración y el desempeño, mientras que síntomas como ansiedad y depresión generan una baja motivación en los equipos.
Nora Taboada, fundadora de AFE-Liderazgo Consciente, expone que uno de los malos hábitos a nivel individual de los colaboradores es que la gente haga multitasking, ya que genera que las personas se distraigan más fácil.
El multitasking es algo que no se recomienda para la productividad, aunque lo tenemos idealizado. También no establecer prioridades, esa parte te tiene atendiendo todo como si todo fuera urgente o todo fuera importante. Y otra cosa es el perfeccionismo paralizador, a veces nos cuesta tomar decisiones de actuar, y esto hace que no avancemos tan productivamente”, comenta.
Añade que, 26% destaca la importancia de mejorar su rutina diaria. Esto incluye incorporar pausas durante la jornada laboral y dedicar tiempo fuera del trabajo a actividades personales que les brinden satisfacción y energía para enfrentar los retos laborales.
Nefris Ventura indica que una parte importante es la cultura de decir sí a todo, “hay cosas que la verdad no nos alcanza, de alguna manera las personas no somos conscientes y procrastinamos en nosotros mismos”.
Taboada añade que un factor más que alarga las jornadas de trabajo es la falta de planeación, ya que cuando se genera un plan de la carga de trabajo con el tiempo que se estima tomará cada tarea, es mucho más realista y no se cae en procrastinación.
Otra cosa que podría afectar la productividad de un trabajador, es no tomar descansos durante el día, porque se te va acumulando el cortisol y la adrenalina. No se pueden echar estas jornadas laborales, sin hacer pausas para recargar la energía, para despejar la mente, y para mejorar tu concentración”, apunta.
Cambios que deben ofrecer las empresas
Si bien los colaboradores son los que generalmente caen en malos hábitos a la hora de realizar sus jornadas, las compañías u organizaciones también deben propiciar cambios o estrategias que ayuden a que los trabajadores tengan las mejores condiciones en los centros laborales.
“Una que cosa que afecta muchísimo a las empresas, que extiende las cargas y las jornadas de trabajo, es la sobre colaboración y el exceso de juntas. Se debe mejorar la calidad de las juntas”, comenta Nora Taboada.
En ese sentido, agrega que otro factor que las empresas pueden realizar es bloquear tiempo para enfocarse a ciertos procesos de trabajo sin interrupciones.
“Porque esto ocurre también con el multitasking. Si tú estás trabajando y alguien te habla o te manda un mensaje, si interrumpes y contestas, te vas a tardar 25% de tiempo más en acabar esa tarea que lo que originalmente te hubieras tardado. Otra cosa bien importante de las empresas es que promuevan que la gente se tome días de vacaciones y de descanso”, resalta la experta.
Con información de El Financiero.
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