El desempleo es un problema global que afecta a millones de personas en el mundo y México no es una excepción. La falta de empleo tiene consecuencias económicas, sociales y psicológicas, impactando significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen, esto sin contar que incrementa la desigualdad y la pobreza. Además, las familias que dependen de un solo ingreso ven comprometida su estabilidad y bienestar.

Pero ¿cuál es el panorama actual en México sobre este tema? Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la tasa de desempleo en el país descendió al 2.5% en el primer trimestre de 2024, una reducción en comparación con el 2.7% registrado tanto en el mismo periodo de 2023 como en el trimestre anterior. 

En concreto, el INEGI detalló que entre enero y marzo, la población desocupada fue de 1.5 millones de personas, representando una tasa de desocupación del 2.5% de la población económicamente activa (PEA). Esta cifra es inferior a la del mismo periodo del año anterior, lo cual sugiere una leve recuperación del mercado laboral.

Por su lado, la población económicamente activa alcanzó un total de 60.7 millones de personas, lo que representa un alza de 574 mil en comparación con el mismo lapso de 2023. Los sectores que más contribuyeron a este aumento en el empleo fueron los servicios profesionales, financieros y corporativos, con 245 mil nuevos puestos; los servicios diversos, con 181 mil; los servicios sociales, con 158 mil; y los restaurantes y servicios de alojamiento, con 136 mil empleos adicionales. 

Sin embargo, es importante destacar que 4 millones de personas se encontraban subocupadas, es decir, reportaron la necesidad y disposición para trabajar más horas, lo que indica que aún hay desafíos por superar. En esa línea, también se informó sobre una disminución interanual de 78.000 trabajadores en el sector informal, que ahora comprende a 32.1 millones de personas. Esta reducción situó la tasa de informalidad en el 54.3% de la fuerza laboral total.

En cuanto a la participación por género, el 75.9% de los hombres se encuentran activos, mientras que esta cifra es del 45.9% para las mujeres, revelando una significativa brecha de género en la participación económica. 

Analizando los datos por sectores, el Inegi señaló que el 10.8% de los trabajadores están empleados en actividades primarias, el 25% en actividades secundarias o industriales y el 63.6% en el sector terciario o de servicios. Un pequeño porcentaje del 0.6% de los trabajadores no especificó su actividad económica.

A nivel regional, las entidades con las tasas de desocupación más elevadas durante el primer trimestre de 2024 fueron Coahuila, con un 4.2%; Ciudad de México, con un 4% y el Estado de México, con un 3.6%.  Estos números se enmarcan en un contexto económico donde México registró un crecimiento del 1.6% interanual y del 0.3% trimestral en los primeros tres meses del año.

Asimismo, en la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo publicada por el Inegi, correspondiente a abril, se reveló que la tasa de desempleo en ese mes se ubicó en 2.6%, es decir, 0.2% debajo de la reportada en el mismo mes del año pasado.

De acuerdo con el informe, entre abril de 2023 y abril de 2024, la población masculina desocupada disminuyó de un millón a 941 mil personas, en tanto la población femenina desocupada pasó de 675 mil a 663 mil en el mismo periodo. Estos cambios reflejan una leve mejora en la situación laboral tanto para hombres como para mujeres, aunque la tasa de desocupación se mantuvo constante en 2.6% para ambos géneros.

Respecto a la duración del desempleo en el cuarto mes del año, se observó que el 15.2% de la población desocupada había buscado trabajo durante más de tres meses. Además, un 30% de los desempleados permanecieron sin trabajo por un periodo que va de más de un mes hasta tres meses y la mayoría, un 47.7%, buscó empleo por un periodo de hasta un mes.

Cabe resaltar que México se destacó como el segundo país con la menor tasa de desempleo entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en abril, con una tasa de 2.7%, solo superada por Japón. De esta forma, el país formó parte del grupo de cinco naciones de la OCDE con una tasa de desempleo igual o inferior al 3.0%, junto con Japón (2.6%), la República Checa (2.7%), Corea (2.8%) y Polonia (3.0%).

No obstante, el desempleo en México aumentó entre los jóvenes de 15 a 24 años, subiendo del 5.5% en marzo al 6.3% en abril. Para las personas de 25 años y más, la tasa de desempleo mostró una ligera variación, disminuyendo del 2.1% al 2.0%.

En contraste, los países con las tasas de desempleo más altas en la OCDE en abril fueron España (11.7%), Grecia (10.8%), Colombia (10.3%), y tanto Turquía como Suecia con un 8.5% cada uno. Según el reporte, el número de desempleados en la OCDE disminuyó ligeramente a 34.1 millones en abril, desde los 34.2 millones de marzo, con 132 mil desempleados menos, manteniéndose estable o disminuyendo en 18 países.

Abordar la situación de los individuos sin trabajo requiere una visión integral que contemple la mejora del sistema educativo, la promoción de la formación laboral y el estímulo al emprendimiento, mediante, por ejemplo, políticas públicas que faciliten el acceso a préstamos personales para la ejecución de proyectos. Estas medidas son fundamentales para ofrecer opciones viables a las personas desempleadas, impulsando así la recuperación económica y la generación de oportunidades laborales sostenibles.


Carreras con mayor desempleo 

El Instituto Mexicano para la Competitividad A.C, basándose en datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior y el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, llevó  a cabo un análisis exhaustivo sobre el panorama laboral de las carreras universitarias en México, centrándose en aquellas con los mayores índices de desempleo.

En este contexto, entre las áreas que destacan por su alta tasa de desocupación se encuentran Literatura, con un preocupante 12.8%, muy por encima del promedio nacional del 4.6%. La mayoría de los graduados en esta área son mujeres, representando el 70% frente al 30% de hombres. 

Otras áreas afectadas incluyen la Industria de la Minería, Extracción y Metalurgia, Ecología y Ciencias Ambientales, Ingeniería en Vehículos, Barcos y Aeronaves Motorizadas, Industria de la Alimentación, Nutrición, Criminología y Criminalística, Ciencias Políticas, y Planes Multidisciplinarios o Generales del Campo de Innovación en Tecnologías de la Información y la Comunicación.

Por su lado, Sociología y antropología también muestra una tasa de desempleo del 5.8%, por encima de la media nacional. Las mujeres constituyen el 53% de los estudiantes en esta disciplina, mientras que el 47% son hombres. 

Esta información subraya la disparidad entre la formación académica y las demandas del mercado laboral en México. Por ello, es crucial evaluar y ajustar continuamente los programas educativos para garantizar que estén alineados con las oportunidades de empleo disponibles y las necesidades económicas del país.

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