Varios de los trabajadores que daban mantenimiento y pintura o que estaban en la línea de producción, se contagiaron de Covid19.

El 3 de noviembre, Valeria Rodríguez Vargas ingresó su vehículo, un GTI modelo 2018 a la agencia de distribución de Volkswagen en Boulevard Puerto Aéreo número 107, a fin de repararlo tras un choque. En la agencia le dijeron que tardarían en repararlo cerca de dos semanas. Tras 105 días su auto no ha sido reparado por completo debido a que la agencia asegura que no ha encontrado un faro original, por lo que le ofrecen uno genérico.

“Yo voy a pagar el costo de un faro original, no por el genérico, y no es posible que tras 105 días no pueden regresarme mi coche, además de que me preguntaron cuál era el kilometraje que quería que le pusiera y cuando les indiqué que había una corrección dijeron que ya no lo podían arreglar, entonces tienes que aceptar que si llevas un auto a reparar es lo que ellos quieran y cuando puedan”, dijo Valeria Rodríguez.

En un caso similar, Diego Guerrero lleva 45 días en espera de unas piezas provenientes de Brasil. Su camioneta Renegade 2017 se encuentra en un taller privado en la CDMX desde la última semana de diciembre de 2021 y la respuesta que obtiene es que la pieza todavía no llega.

El desabasto de algunas autopartes y refacciones importadas han provocado que algunas agencias automotrices demoren hasta cuatro meses en reparar vehículos chocados o que muestran fallas o averías, lo que afecta a clientes que tienen “estacionadas” sus unidades.

Guillermo Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) comentó que es un problema logístico el de los retrasos en las entregas de autopartes, debido a la disrupción que enfrenta la cadena global de suministro particularmente en China, Japón, Corea y Taiwán.

“Lo que estamos enfrentando a nivel global es un problema logístico que está habiendo retrasos en los fletes en diferentes productos incluyendo lo que son componentes. No hay una insuficiencia generalizada, puede en un momento dado haber un retraso en determinada autoparte igual, por supuesto que afecta poder cumplir con las reparaciones o la venta de la refacción como tal”, señaló.

Esto, dijo, es debido a que los pintores, mecánicos o chapistas que están en los talleres deben trabajar de forma presencial y muchos de ellos se contagiaron de COVID.

“No hay tema de desabasto de piezas, por lo contrario, la producción de autopartes creció 19.6 por ciento. Este rezago en la entrega de los vehículos en distribuidores se debe a que la gente que está en el servicio de las agencias está enferma por COVID, pero no hay desabasto de partes”, aseguró.

Por su parte, Antonio Reséndiz, subdirector de operaciones siniestros de Quálitas, afirmó que no existe un desabasto generalizado de refacciones, sino que el problema se debe a que muchas de las piezas no han podido movilizarse con la celeridad que se tenía antes de la emergencia sanitaria, en el 2019.

“Existió al principio de la pandemia una complicación en los transportes de las materias primas por parte de las navieras. Esto hizo que muchas marcas decidieran esperar hasta que se estabilizara el mercado para adquirir las refacciones. Es cierto que hoy no existe como tal un desabasto de refacciones de canasta básica como lo existió a principio de la pandemia (…) se tiene suficientes refacciones, pero su movimiento se está complicando”.

El subdirector de operaciones siniestros de Quálitas anticipó que esperan que el tema de la reparación de unidades se estabilice hasta la segunda mitad del año.

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