Las familias mexicanas pagarán 25.42% más por los alimentos que se consumen en la Cuaresma respecto al 2020.
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) reporta a continuación la variación de precios entre 2020 y 2021 de los productos que se consumen en esta temporada cuaresmeña, detectando los siguientes incrementos:
Pulpo 85.67%; curvina 83.33%; limón 66.67%; mojarra 42.86%; surimi 42.77%; pescado blanco (Tilapia) 42.71%; huachinango 33.08%; papa 18.18%, camarón pacotilla 12.30%, entre otros.
La carestía de los precios de estos productos debilitará aún más el poder de compra de los consumidores y complicará que puedan cumplir con las tradiciones de su fe, al verse obligados a pagar un 25.42% más en la compra de estos productos respecto al año pasado.
“Es un duro golpe a la ya vapuleada economía familiar, a la salud emocional del pueblo creyente de México que sufre desesperación y ansiedad por la pandemia de Covid-19. Las familias mexicanas se han refugiado en su fe para fortalecer su capacidad de resiliencia y lograr sobrevivir a esta desgracia global de salud. De ahí la relevancia de cumplir con sus obligaciones religiosas como lo es guardar vigilia en Semana Santa y no poder hacerlo por falta de recursos, lo que frustrará y debilitará el estado de animo de la población. No se trata tan solo de alimentación, esto tiene que ver con creencias y fe, el lugar a donde asirse para mantenerse en pie”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Los mexicanos encaramos un doble problema: la carestía y la 3ª ola Covid por venir. Ante esto, el decálogo que tardíamente dio a conocer el responsable del manejo de la pandemia en nuestro país simboliza la pretensión de buscar lavarse las manos y limpiar su conciencia ante la nueva desgracia que se ve venir. Este llamado debió haber sido una campaña informativa y persuasiva a nivel nacional de al menos 2 meses atrás y no a unas horas de la estampida vacacional.
La gente se ira de vacaciones aun y no tenga dinero, bajarán la guardia, ya no creen necesario mantenerla alta al decir “no estamos en rojo, pronto volveremos a las clases presenciales, venimos de regreso”; este espejismo es fruto de la ansiedad y cansancio de la población y de la indolencia y desesperación gubernamental que a toda costa busca vender una foto artificial de un regreso a la normalidad que, por cierto, nunca volverá.
“Es la crónica de una muerte anunciada, la gente va de frente a incubar la 3ª ola Covid en estas vacaciones de Semana Santa, habrá un rebrote pandémico de alta letalidad y contagios que escalará la dantesca estadística de dolor que nos ha infringido esta pandemia, tornándose en un cuento de nunca acabar. La Jornada Nacional de Vacunación está muy lejos de llegar a los 80 millones de vacunados, la luz de esperanza aún no alumbra el túnel. La disyuntiva de priorizar la prevención sanitaria por sobre la necesidad económica o viceversa, al final del día, nos está jugando una mala pasada”, sentenció Rivera.
ANPEC llama a mantener la guardia en alto y cumplir con las medidas preventivas anticovid en este periodo vacacional, hagamos todo lo necesario por impedir la 3ª ola Covid, cuya letalidad y contagios será de pronósticos reservados.
Llamamos a todos los niveles de gobierno a coordinarse, a actuar al unísono, proactiva y eficientemente, orientar a la población a conducirse de la mejor forma en esta pandemia. Lo hemos dicho y sostenemos: la vacuna más efectiva es que sepamos reactivarnos preventivamente, con talento, con nuevas reglas de movilidad para la convivencia, el trabajo y recreo: jornadas laborales presenciales alternadas, horarios escalonados, home office, donde resulte más productivo, y un modelo semivirtual de educación. Es urgente repensarnos y reorganizarnos como sociedad para lograr una reactivación preventiva.
#NoBajemosLaGuardia