Camila García, vicepresidenta del sindicato de futbolistas FIFPRO, habló sobre cómo puede contribuir el mundo del deporte, y en este caso el futbol, tanto masculino como femenino, a promover la paz y los derechos humanos.
“Es dando la pelea un poco interna: lo que queremos ver en el mundo es verlo en la industria. Es verlo en el acceso de los jugadores a la educación, la maternidad, el derecho a descanso, la libertad de expresión, la libertad de asociación, la seguridad social”.
Entre las recientes batallas ganadas por el sindicato, Camila destacó que FIFPRO está a la espera de firmar con la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) un gran avance en materia de género relacionado con la próxima Copa Mundial de Futbol femenina.
“Por primera vez, la Copa del Mundo femenina, que se va a jugar en Australia y Nueva Zelanda, va a tener las mismas regulaciones y condiciones que sus pares masculinos, y hay un compromiso de llegar a completa equidad en términos de premios que se dan a las federaciones y a las jugadoras”
Un hito que consideró importante ya que no todos los países ni las jugadoras tienen la capacidad de negociar a nivel nacional y al que añadió los avances registrados en maternidad, tras entablar conversaciones con la FIFA.
“Les dijimos que una gran preocupación de ellas y el por qué se retiran antes de la actividad es porque tienen que decidir si tienen que ser jugadoras profesionales o elegir tener una familia, ya que no veían que había una compatibilidad entre ambas. Entonces lo empujamos, propusimos normativa y desde hace un par de años ya tenemos regulación en materia de maternidad que antes no existía”
El futbol femenino latinoamericano es una inversión
Sin embargo, estos logros no llegan a todos a los rincones del planeta en las mismas condiciones, como por ejemplo en América Latina, donde la situación del futbol femenino es “compleja”, debido “al peso social y cultural” que tiene ese deporte en la región y a unas dirigencias “muy masculinas”, unos márgenes que limitan su desarrollo
“Todavía falta ver en el ecosistema sudamericano que esto es una inversión y no es un costo. El fútbol femenino no es un apéndice del masculino, sino que debería tratarse de la misma manera y darse las mismas condiciones”.
Pese a esta demanda igualitaria, Camila destacó los progresos que experimentó el futbol femenino latinoamericano durante los últimos cinco años.
“Hemos tenido avances en profesionalización. En Colombia con avances y retrocesos, en Chile se pasó recientemente una ley que obliga a los clubs a profesionalizar. En Argentina también, pero es muy dispar, en Brasil es semiprofesional. Tenemos casos como quizás Bolivia o Venezuela en los que hubo retrocesos importantes”.
Acoso, abuso y discriminación en el futbol latinoamericano
Pero las preocupaciones de FIFPRO no se limitan al fútbol de élite masculino o femenino y llegan hasta la base. Camila nos explicó que cada país tiene sus desafíos propios, ente ellos que los jugadores encuentran dificultades para asociarse a los gremios.
“Hace poco firmamos un acuerdo con World Leagues Forum, que es una entidad que agrupa a las principales ligas del mundo, un poco para que quede de manifiesto la necesidad de eso, ver el futbol desde el diálogo social y generando condiciones de empleo básicas que el trabajador y el empleador se comprometan a seguir”.
Entre los temas clave en América Latina, destacó la falta de representación adecuada de los jugadores en la gobernanza de la industria, la seguridad social o el problemático tema del racismo.
“Lo que se suele pensar rápidamente es el cántico en la cancha porque el estadio es un lugar que permite todo y no importa donde estemos. Eso es algo que culturalmente deberíamos seguir empujando por cambiar, pero ese racismo y esa discriminación, que también es hacia las mujeres, se da fuera de la cancha también. Todavía falta mucha representación y diversidad en los espacios de gobernanza del futbol”.
Camila también denunció que en el ámbito latinoamericano todavía hay “grandes desafíos” en temas de acoso, abuso y discriminación en el fútbol femenino.
“Por ejemplo, el presidente de la Federación de Haití fue expulsado de por vida por graves acusaciones a jugadoras. Este tipo de situaciones lamentablemente es algo que hemos visto y que seguramente vamos a seguir viendo en la medida que no lo tratemos con la seriedad que merece”.
Vía ONU Noticias
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