Es la primera jugadora que acepta que abandonó el uniforme en la Villa Olímpica y renunció al equipo nacional

La solftbolista Anissa Urtez, considerada una de las mejores durante el torneo de la especialidad en los Juegos Olímpicos de Tokio, contó su verdad respecto al tema de la ropa enviada a la basura en la villa olímpica, ofreció disculpas, se dijo arrepentida y se comprometió a poner su granito de arena para seguir desarrollando el deporte en México, pero terminó por anunciar que ese duelo por la medalla de bronce fue el último en el que portó el jersey tricolor.

A través de una carta en sus redes sociales, Urtez agradeció la posibilidad de ser integrante de la selección mexicana de softbol durante los últimos seis años, se dijo devastada por no haber logrado la tan anhelada medalla y se enorgulleció de su sangre michoacana y de tener la posibilidad de conocer la cultura mexicana desde adentro, desde la familia.

Respecto al tema de los uniformes que se encontraron en la basura, Anissa asumió su responsabilidad y lamentó sus decisiones. “Lo que voy a decir con respecto a que nuestros uniformes fueron tirados a la basura en la villa son mis propias palabras. Mis propios pensamientos. Mi propio corazón. Ustedes merecen escuchar la verdad y saber más. Estoy desconsolada por muchas razones.»

Cada camiseta usada en los Juegos Olímpicos quedó empacada en mi maleta, fueron los primeros elementos en ser doblados, ni una sola compañera de equipo dejó atrás el suyo. Dediqué seis años de mi vida al equipo de México y aprendí mucho en el tiempo que pasé como miembro del equipo nacional. Aprendí que, como país, México se enorgullece de lo que es y lo que representa”, escribió la shortstop.

“Asumo la responsabilidad de haber tirado algunas de las prendas Lining. Al mismo tiempo, se nos permitió sólo una maleta por jugadora, así que guardé lo que cabía y muchos recuerdos sentimentales. Guardé esos artículos debido a lo mucho que significan para mí como atleta mexicana compitiendo en Tokio.

“Dejé algo de ropa, y me siento terrible. La forma en que dejamos la ropa estuvo mal ¿Debimos ponerlo en donaciones? ¿Debimos preguntar a nuestros líderes qué podríamos hacer con esas cosas? ¿Debimos habernos esforzado más? Sí a todas las anteriores. Nos apresuramos a hacer las maletas, nos fuimos y no pensamos en el impacto que tendría para nuestro país. Fue un error que no deja espacio para la justificación, pero les ruego escuchen lo arrepentida que estoy”, apuntó, señalando también que nadie les dijo que no podían llevarse las cobijas y sábanas de las habitaciones.

F. ESPN

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