Por: Rocío García Olmedo

Una nueva decisión del gobierno federal: la cancelación de 35 normas oficiales en materia de salud y la afectación por nuevos recortes millonarios en este mismo rubro. 

Esta decisión sin duda, amenaza los derechos humanos y afecta directa e indirectamente a la mayoría de la población que somos las mujeres, porque corresponden en un mayor número a los procedimientos para la prevención, diagnóstico, tratamiento, factores de riesgo, control y vigilancia epidemiológica sobre cáncer, cáncer cérvico uterino, cáncer de mama, diabetes, lactancia materna, obesidad, control de tuberculosis, entre muchas otras enfermedades.

Solo para recordar, las Normas Oficiales son de carácter público y de observancia obligatoria y se expiden para regular en materia sanitaria los procedimientos o servicios que puedan constituir riesgos o daños a la salud, aplican no sólo para el sector público, también para las instituciones de salud privada.

De ahí la importancia de que sean eliminadas de tajo y sin explicación, porque las Normas Oficiales garantizan diagnósticos y tratamientos adecuados. 

Me queda claro que tan solo considerando, los muchos cambios estructurales que ha tenido el sector salud en este sexenio, que no necesariamente han sido en su beneficio, al contrario, me atrevería a decir que han sido en absoluto retroceso, provocándole enormes deficiencias en la atención de enfermedades que todas, todos, hemos atestiguado en estos últimos años: han detenido tratamientos por falta de medicamentos, por falta de quimioterapias entre muchos otros perjuicios que han afectado la salud de las familias mexicanas. 

Seguramente muchas Normas Oficiales tendrían que revisarse -la normativa habla de que debe hacerse cada cinco años- pero dice la normativa: “para perfeccionar su aplicación”, y estamos muy lejos de la erradicación de esas enfermedades para pensar en cancelar procedimientos.

Todas, todos lo sabemos: eliminan al inicio de este gobierno el Seguro Popular, crean lo que llamaron Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) que eliminan también, y ahora lo llaman IMSSBienestar. Resultado, las familias no tienen acceso a una salud pública y muchas de ellas menos lo pueden tener en la privada. 

Ante este escenario de total incertidumbre en materia de salud que vivimos las y los mexicanos, ahora y sin ninguna explicación, eliminan las guías que debe cumplir tanto el sector público como el privado, para los diagnósticos y tratamientos de enfermedades, en evidente afectación de esos procesos de atención y de práctica clínico médica de por sí menguados en este sexenio.

Para eso sirven las Normas Oficiales y justamente hoy que estamos pasando el peor momento para tener acceso a los servicios de salud pública -todos los días documentado, difundido y conocido por experiencias personales y familiares- nos quedamos sin los procedimientos que deben aplicarse para la atención de estas enfermedades y que determinan, además, los medicamentos apropiados y de calidad que necesitan, atentando en contra de los derechos humanos y de la vida de las mujeres y los niños y las niñas.

Lo señalamos y lo seguiremos señalando una y otra vez y las que sean necesarias. La violación sistemática de los derechos humanos y de las conquistas de las mujeres son muy evidentes en este gobierno federal que se dice “feminista” ¡Qué incongruencia!

Foto: Especial

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